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Metadata: Maeztu, Ramiro de: ¬El arte y la moral
Monograph
- Title:
- ¬El arte y la moral
- Subtitle:
- Discurso leído ante la Academia de Ciencias Morales y Políticas en el acto de recepcion, por el ... Ramiro de Maeztu y contestación del ... Eduardo Sanz y Escartin, Conde de Lizárraga ; El día 20 de marzo de 1932 ; 20.03.1932
- Responsible:
- Academia de Ciencias Morales y Políticas
- Place of publication:
- Madrid
- Publisher:
- Castilla
- Publication year:
- 1932
- Scope:
- 53 S.
- Keyword:
- |Teoría formalista / estética / arte abstracto / función moral / poesía / pintura / música / belleza natural / belleza artística / intuición pura / Benedicto Croce
- |Kunst
- |Moral
- Language:
- Spanish; Castilian
- Free text:
- A comienzos del siglo XX surge la teoría de formalista en el arte, que desdeñaba el contenido de la obra y señalaba la importancia de la forma. Así, solo interasaba la forma artística de la obra, la pura visualidad, no lo que expresaba. El autor critica esto, detacando que a lo largo de los siglos el arte tenía una función moral y se concebía para suscitar la piedad y devoción del que lo veía. La belleza era algo que venía dado como consecuencia de lo anterior. Pero las doctrinas artisticas modernas han ensalzado lo que consideran arte puro, desposeyendole de su función moral y reduciendolo a su función estetica. Sólo se muestra interés por la belleza en sí y no pretende expresar nada mas. Sin embargo, esto ha sido un error, pues la emoción y belleza moral no pueden separarse de la emoción y belleza estética y viceversa, porque la belleza no nos deja indiferentes, sino que nos produce una emoción, cuyos extremos son el amor o el odio. La estetica, la belleza, no se puede concebir como algo autónomo, sino como parte del amor. Para los defensores de la tendencia esteticista del arte, la belleza es la expresión lograda de una intuición pura. Por ello, separa la belleza natural (que no es belleza sino algo que nos conviene) de la belleza artística, que si es expresión de una idea previa. Sin embargo, hay una analogía entre ambas, porque nos producen emoción. Lo que impulsa al artista a crear no es una idea previa, es el amor y lo que nos hace concebir una cosa como bella es el amor y no la forma. La forma es necesaria pero no es lo que define la belleza. Un poema nos puede gustar o no, no por su forma sino según el momento en que lo leamos. La función del arte, en su origen y finalidad, es revelarnos el amor o crearlo, por eso, los artistas crean sus obras para que nos demos cuenta de la belleza natural o para estimular nuestro amor a la cultura. El artista nos transmite la emoción que un asunto le ha inspirado por un impulso de amor, que le excita a infundir amor a su obra para suscitarlo entre el cliente o el publico. Una obra de arte es un todo, una unidad con elementos informativos, valorativos y emotivos. Pretender un arte puro es una quimera. Lo esencial es evitar que cada elemento vaya por su lado. En el hombre se dan dos tipos de amor, el ético, en que se ama al ser amado en la sociedad a la que pertenece y el patetico, en que pretende aislar al ser amado del mundo. Ambos amores coexisten aunque varía la proporción. Cuanto mas amor ético tenga el artista mayor amor dará a su obra y más expresará en ella. Las doctrinas artísticas modernas han llevado a separar la tecnica artistica de los ideales humanos. Se pretendió liberar así al arte pero ha supuesto una entronización de lo feo. Han cortado los vínculos morales del hombre hasta romper la vinculación del arte con la vida y en este momento, los artistas poseen una técnica, pero no tienen ideales a los que servir. Los horrores de la I Guerra Mundial, la revolución social, el industrialismo han provocado una desolación espiritual, por ello, no se pedirá al arte una belleza convencional, sino una belleza de verdad, que incluya las desolaciones actuales. Por eso, pronto volverá un arte que no apartará al hombre de su mundo moral y político, sino que usara de sus angustias y desencantos para hablarle de esperanza. Y no se podrá invocar a la libertad del arte para crear obras inmorales porque religiosos, moralistas y hombres públicos velarán por los sentimientos de los pueblos. Los artistas abandonaran el arte por el arte para revelarnos los signos que descubran en la sociedad y en la cultura, en el alma del hombre y de la naturaleza de un amor supremo. En la contestación se afirma que el discurso encierra una conducta y principios de orden moral en la esfera del arte. El ideal del artista no puede ser indiferente en su obra. El fin del arte es la belleza y esta es mas intensa cuanto mas elevados son los sentimientos en que la obra del artista se inspira y sugiere. La belleza es el reflejo de la divinidad. Por ello, el verdadero arte es aquel que eleva nuestro espiritu y hace mas nobles, puros y serenos nuestros sentimientos. Lo contrario al ideal es aquel arte que se presta a la fealdad moral o material, que en vez de favorecer la ascensión del espíritu lo inclina hacia la baja sensualidad. El alma humana tiene la eterna aspiración de buscar la perfección. El arte es la interpretación de la realidad por el artista, es la busqueda del ideal dentro de la realidad. Cuando el artista, para atraer al público no da satisfacción a sus anhelos de esperanza, de sosiego, de belleza y de alegría sino que se dedica a halagar sus pasiones, incluso las mas bajas, esta fomentando la sensualidad en lugar de mejorar las costumbres.
- Shelfmark:
- Sp 4 k 130
- Catalog ID:
- 282884
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- Title:
- portada Menor