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La autonomia municipal se funda en aquello de 
que «mas sabe el loco en su casa que el cuerdo en 
la agena». Lógico es pues, que un sistema que deja 
los asuntos en manos de los que mejor lo entienden 
y mas interés tienên en su buen manejo, se haya 
arraigado y sea tan popular en naciones tan prâcti¬ 
cas como las anglo-sajonas. 
Las naciones necesitan dentro de cualquier órden 
constitucional, que la accion politica de su gobierno 
se extienda à todos los rincones de su territorio. Los 
recursos nacionales, la milicia, la defensa, la justicia 
no pueden tolerar su violación impune, por ningûn 
habitante, y la autoridad que los corrige debe obrar 
sin trabas, como que son los objetos mas inmediatos 
de su soberania. A ninguno de estos atributos del 
Estado se opone la comuna; siempre que se la sujete 
estrictamente à sus principios. 
El municipio actua en un órden diverso siéndolo 
también los elementos que lo componen; puesto que 
al elector municipal se le exigen diversas condicio¬ 
nes que al elector, que por el sufragio universal cons¬ 
tituye los cuerpos politicos. Siendo su rol puramente 
de administración económica y doméstica digamos 
asi, fâcil es comprender que con su ejercicio no tra¬ 
bará la marcha normal y tranquila de las institucio¬ 
nes politicas del Estado, y si esto acontece pues, 
constituiria una verdadera injusticia negarle su auto¬ 
nomia. 
Si se tiene ademas presente las multiples y com¬ 
plicadas cuestiones que preocupan al gobierno gene¬ 
ral de un pueblo, se comprenderá fâcilmente, que 
este no puede bajar de su altura para ocuparse de 
los asuntos locales. Su acción se limita à los objetos 
de interés nacional y si por desgracia descendiera 
NNHIDE 
Max-Planck-Institut für 
TUTO DE INVESTICACIONES 
INT 
DE HISTORIA DEL DERECH 
europäische Rechtsgeschichte