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de la Patria. Hjos de un pueblo indolente, que poco se cuidaba de sus
libertades publicas y dominado por el mas craso fanatismo del cual la
Insquisicion era la espresion mas justa que pudiera concebirse, logico
era esperar gran resistencia en nuestro pais à los principos liberales
que se proclamaron el ano 16; no fué asi sin embargo: el aire de liber¬
tad que habiamos respirado por algun tiempo, nos enscnô cuan dulce
es el goce de los derechos del hombre, en toda la plenitud de la justi¬
cia; nuestros legisladores comprendiendo este amor del pueblo haca
lodo lo que es liberal, se aprovecharon de él para darnos en 183 una
constitucion que nos hace una de las naciones mas libres del universo.
Sin embargo aun nos falta un gran paso que dar para que podamos
llamarnos verdaderamente libres, tenemos libertades comerciales, indus
triales, libertades politicas, tenemos libertad de imprenta, pero no
tenemos libertad de pensamientol! Si, nos falta la libertad generadora de
todas las libertades, nos falta la libertad de conciencias.
Nuesira consitucion tan liberal se resiente del gran fondo de opesion
que contiene el articulo por el que se proteje esclusivamente la religion
catolica y se hace retigioso al Estado. La Espafia nos castiga de nuesta
emancipacion dejandonos uncdos al vugo de sus preocupaciones, yel
inico regroche que podria hacerse à nuestros legisladores seria no haber
tenido el sufciente corage para romper con tradiciones tan absurdas.
Sois libres, nos dice nuestra constitucion, de manifestar vuestras ides
por lo prensa, yà ronglon, soguido agrega: Ay del quese atreva à decir
mal de la religion que proleso. Singular anomalal somos libres de
pensar y maniesar nuestras ideas, y se nos mpone castigo por pensar de
diferente molo que el Estado sobre lo mas sagrado, lo mas intimo que
hay en el corasou humano, sobre la eligion. No creemos en lainsalibilidad
del papa, como cabeza de una roligion, y muy humildes actamos la
intalihnlidad del Estado en materia de religjon, dejando susituir nuesras
conciencas por la suya; en una palabre, encargando al Estado que piense
yerea por nososotros sobre lo mas trascendental que existe en el hombre.
Los defensores de las religiones de Estado, cometen el mas craso de los
orrores para defender su eoria. Confunden en primer lugar al Estado con
la sociedad, y en segundo creen al prinero una institucion 6 ser capa¬
de tener una creencia religiosa.
Muchos son los fines que el hombre tiene que llenor en la tiera, lines
que estan fundados en su misma naturalera, à cuya proscucion lo
impulsa à cada insfante. La naturalera humana tiene un triple caracer.
fisieo, moralé intelectual, por consiguiente debe el hombre desarollars¬
Asica moradé inlelectmalmente. Como el desorolle de eada una de esus
faces representa un conjunte inmens de heches sociales, debe neces
riamente haber una insitucon social que prosiga su aplicacion
desenvolvimiento. Cada uno de los fines, que estan fundados en la
paturalesa humana va tenendo en la sociedad una institucion que 1o
prosie. E derecho y la justicia es uno de los grandes fines del hombre.
v'esa institucion que se lama Estado es la encargada de su aplicacion.
la reisjon, la mored, el conercio, la industia tionen tambien sociedades
partioulares que se proponen su desrolo.Cada und estas insitndione¬
iene su esfera de actividad dentro de la cual pueden obrarlibremente.
sin inradir ni coarfar el ejercico de las demas. El conjunto de estas
insituciones representa la sociedad, por quo olla es el hombre on su
INHIDE
Max-Planck-Institut für
TTUTO DE INVESIIG.
OES
ISTORIA DEL DEREC
europäische Rechtsgeschichte