Max-Planck-Institut fü 
europäische 
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Hoy existen en Buenos Aires los recur¬ 
sos ante los tribunales provinciales contra 
algunas resoluciones del gobierno, y ni 
sufre la dignidad de éste, porque los ciu¬ 
dadanos ejerciten ese derecho, ni se 
amengua la soberania local, ni se ven 
esos centenares de causas en movimiento 
poniendo en consternación y peli gro el 
orden del pais. 
Lejos de esto, muy raros son los casos 
entre nosotros, en que el gobierno de 
Buenos Aires tiene que concurrir al su¬ 
perior tribunal para sostener sus resolu¬ 
ciones. Pero cuando concurre, no se sien¬ 
te ajado ni deprimido. Encuéntrase por 
el contrario dignificado, porque mira en 
perfecto ejercicio las libertades y garan¬ 
tias del pueblo que preside y se siente 
honrado de gobernarlo. Nunca es más 
digno el gobierno de un estado, repetimos, 
que cuando concurrre á demostrar ante 
los tribunales encargados de la aplica¬ 
ción de la justicia, que él ha respetado 
los derechos del ciudadano que se queja. 
Nunca es más grande que cuando dando 
un ejemplo solemne, sabe colocarse bajo 
el unico despotismo saludable, el despo¬ 
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DE HISTORIA DEL DERECHO