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Mâs adelante, cuando la navegación tomó mayor
incremento, los que se entregaban à las fatigas y
peligros del comercio maritimo, que llegó hasta su¬
perar al terrestre, encontraron en el préstamo à la
gruesa, el modo de soportar las cargas sin esfuerzos.
porque el negocio, en aquellos lejanos tiempos, los
habilitaba para devolver, después de realizado el
viaje, la suma prestada, con más los intereses usu¬
rarios, obteniendo todavia para si, pingûes benefi¬
cios.
Los capitalistas por su parte, expuestos siempre à
encontrar deudores insolventes, sustituian, en esta
clase de préstamo, los riesgos del mar à los riesgos
de la mala fé ô de la desgracia que siempre presenta
un deudor y no los anadian, pues los principios que
rigieron entônces esté contrato eran los mismos que
en nuestros dias. Referiase siempre à objetos de¬
terminados y daba en caso de navegacion feliz, toda
seguridad para el recobro del crédito; pero no hay
que olvidar que aun suponiendo que las probabilida¬
des de pérdida se encontrasen aumentadas, el inte¬
rés era mucho más elevado.
En la Edad Media, se le conocia en los pueblos
septentrionales con el nombre de bomerie, palabra
derivada de la flamenca bome que significa quilla del
buque y designaba una quilla equipada o navio guar¬
necido. En el Levante y en algunos paises de Italia
se le Ilamaba hipoteca. Parece que el préstamo à là
gruesa no se hacia entoncés, sino sobre el cuerpo
y quilla del navio. (Rouben de Couder. Dicc.)
NNHIDE
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
europäische Rechtsgeschichte
DE HISTORIA DEL DERECHO