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La tercera opinión sostiene que la letra de cambio ha
nacido con las necesidades del comercio, como lo dice
Hartmann : « No es el producto de las meditaciones de
un hombre de negocios. No ha sido hecha ni perfec¬
cionada por un sabio legislador, no; ha nacido de las
necesidades del comercio y, para llegar à ser lo que es
en nuestros dias, se han necesitado siglos.
Es el producto de una larga infancia; es la hija de
la experiencia comercial. Todo el mundo reconoce de
hecho la existencia de la letra de cambio.
Por esto mismo, es imposible determinar de una
manera precisa el lugar y tiempo de su origen.
Es este el agravio que M. Dalloz hace à Locré y Par¬
dessus, los unicos que han avanzado esta opinión en
Francia. « No nos detendremos mucho tiempo en esta
opinión, dice Dalloz, pues si ella nos hace conocer la
ocasión, la causa mediata de las letras de cambio, no
indica ni el tiempo de la invención, ni el inventor». He¬
mos visto que la cuestión que Dalloz ha tratado de re¬
solver, no puede recibir una solución definitiva.
El error capital de las dos primeras opiniones consis¬
te en creer que la letra de cambio pueda haber nacido
en las épocas de turbulencias y desórdenes. Bédarride
lo dice y sostiene, que la letra de cambio ha salido del
seno de la desesperación y del desaliento, y éstas son
NHIDE
INSTITUTO DE INVESTICACIONES
DE HISTORIA DEL DERECH
europäische Rechtsgeschichte