Necesidad de la
1 a bor acadé
mica.
Tema a desarro¬
llar.
Max-Planck-Institut für
europäische Rechtsgeschichte
metempsicosis, o pasar a regiones más altas, hasta llegar a
la suprema creencia del cristianismo. La autoridad podria
estar en el cabeza de familia, o en el elegido de la ciudad,
o en los jefes de tribu, en los guerreros, en las dinastias
escogidas o en los caudillos aclamados. Los espiritus pro¬
tectores podrian ser o los manes familiares, o de la ciudad,
o los dioses groseramente encarnados en animales vivien¬
tes o en los astros, hasta conseguir, al fin, concebir el Po¬
der supremo del Dios creador. Pero en todas las épocas ha¬
bia una moral y una organización social cuya evolución,
anunciada, aun en las épocas mâs paganas y de mayor ofus¬
cación de los hombres, por figuras cumbres que percibian
la grandiosa verdad de la obra divina, habria de llegar a
la sublime y perfecta organización social y a la moral pura
del cristianismo. La sociedad debia formarse por hombres
iguales y libres, con los mismos derechos y deberes; todos
estarian sometidos a la autoridad encargada de hacer cum¬
plir los deberes y respetar los derechos; la moral estaria
regida siempre por la ley inmutable dictada por Dios.
Si la humanidad entera hubiera aceptado esta creencia
sin reservas, y si espiritus infernales, por exaltación del or¬
gullo, la codicia, la vanidad o la ambición, no hubieran exal¬
tado las doctrinas engannosas del racionalismo o perturba¬
do a los hombres con las ansias del goce pleno de los de¬
rechos sin enlace alguno con los deberes dados al olvido,
anulando todo respeto a la autoridad, renegando de su Crea¬
dor y de la moral por El impuesta, entregando el cetro del
poder a las masas sin freno, ni creencias, ni culturas, con¬
vertidos en dioses de si mismo, para luego a esas mismas
multitudes amorfas y desorientadas someterlas a las mas
duras tiranias de los mismos espiritus malignos que las per¬
turbaran; si tales monstruosidades no hubieran ocurrido, la
humanidad cristiana estaria salvada y las ciencias morales
y politicas no tendrian que hacer nuevos estudios ni apor¬
tar nuevas pruebas de conviccion.
Pero por desgracia no ha sido asi, y la labor de cuantos
os precedieron, la vuestra y la de los que sigan vuestras doc¬
trinas, habrá de ser larga y continua, si bien podéis esperar
que la Providencia secundará vuestros esfuerzos y la hu¬
manidad irá mejorando y perfeccionándose hasta lograr su
salvación.
Reconozco, senores, la trascendencia de vuestra misión,
y permitidme que en mi papel de coadjutor, consciente de
que cualquier problema que se relacione con el bienestar
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas