DISCURSO
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más temibles á los ojos del católico que todo un ministe¬
rio de un gobierno cesarista y protestante. Hoy por fortu-
na ya apénas hay jansenistas. El regalismo, invasor en
tiempo de algunos reyes legitimos de Europa, se convirtió
en ultraregalismo y en abierto cisma desde la expulsion
general de las antiguas dinastias.
Definida la persecucion como medio de purificacion pro¬
videncial utilisimo y como un favor que Dios hace, aun-
que el mundo asi no lo entienda, ni pueda concebirlo,
falta saber qué es lo que se entiende por Triunfo de la
Iglesia. Muchos, ó casi todos, entienden por esa frase el
restablecimiento de las antiguas intimas relaciones entre
el Estado y Ella, que vuelva á poseer muchos bienes tem¬
porales, influencia politica, inmunidades, privilegios y
aparato externo, que se vuelva á la opulencia del siglo
pasado, con sus abusos y sus pesadas regalias, ó à los de¬
cantados tiempos de la edad media, tan encomiados ahora
como deprimidos ántes. jAy, Senores, las aguas no corren
hácia atras! Yo no creo en ese triunfo de la Iglesia.
Si éste ha de consistir en ver terminada la persecucion,
es otra cosa. La persecucion es un medio providencial de
purificacion: cuando hayan cesado los abusos, los excesos.
la inmoralidad, los pecados que motivan esa purificacion,
cesará la persecucion: quitada la causa, cesan los efec¬
tos (1). Luego en manos de los católicos está el triunfo y
(1) «Sublata causa tollitur effectus», axioma de la filosofia es-
colástica.
La teoria de San Agustin, Santa Teresa, Rivadeneira y todos
los ascéticos es ésta. El no aceptarla los católicos argüirá orgullo
y falta de verdadero catolicismo. «Orat multa patiens de malo
»liberari desiderans. Superest ut videamus in quo malo sit... Ho¬
»mines malos quos patitur commemoratus est: eamdemque pas-
»sionem malorum hominum exercitationem suam dixit... Omnis
»malus aut ideo vivit ut corrigatur, aut ideo vivit ut per illum
»bonus exerceatur.» (S. Agustin, in psalmum 54, v. 1.)
rales y Politicas
uropäische Rechtsgeschichte