DISCURSO
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mentaria, si posible fuese, en mi corazón, la profunda grati¬
tud que os debo, y que en estos graves momentos, mâs que
en mis modestas palabras, vuestra fina perspicacia habrâ de
ver en la verdadera emoción con que ellas se producen;
emoción que, dominando mi espiritu, palpita en todo mi ser
y la amplitud de mi pecho es menguado recinto para conte
nerla.
Si, sennores Académicos; al otorgarme un puesto entre vos¬
otros, habéis querido rendir nuevo y senalado homenaje de
consideración y de afecto á la memoria perdurable de un
hombre ilustre que vivió y murió tan identificado con vos-
otros que, cuando sus achaques le impedian salir de casa y
hasta la cuotidiana labor de libros y papeles, pasión favorita
de su vida entera, llegando la noche de sesión en la Acade¬
mia, su voluntad se sobreponia à sus males; y el triunfo de
su deseo, en este punto, produciale una de las pocas satis¬
facciones que ya en sus anos, desenganos y padecimientos
sentia su nobilisimo corazón. Ese hombre, lo sabéis ya todos,
no era otro que D. Francisco de Cárdenas. jAh, senores Aca¬
démicos! Si como fui heredero de sus obras, de sus papeles
y de todos sus trabajos, lo hubiese también podido ser de su
sólido entendimiento, de su vastisima instrucción, de sus
conocimientos especiales y de su firme y constante voluntad,
es bien seguro que, sin rechazar vuestra benevolencia, antes
bien, solicitándola y agradeciéndola, os habria dicho sin jac¬
tancia, pero con la convicción de la verdad: contad con un
companero digno de vosotros. Desgraciadamente, no pudo
favorecerme con legado de tan inestimable valor; mas el
trato intimo, bajo el mismo techo, durante más de veinte
anos, oyéndolo à cada momento sobre toda clase de cuestio¬
nes, recogiendo sus ideas, registrando sus obras y sirvién¬
dole de amanuense, ya que no de auxiliar, en tantas y tantas
ocasiones, diéronme algo asi como el reflejo de sus estudios
y ensenanzas, el amor al trabajo, el desinterés en el servicio
del pais y la honradez y la seriedad en todos los actos de la
vida, sentimientos en él tan profundamente arraigados que
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
uropäische Rechtsgeschichte