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DEL SR. D. JOAQUIN COSTA Y MARTINEZ
una gran parte de la vida, en términos de que no bastaria
para el efecto el que se exigiese à todo ciudadano la actual
carrera de abogado, resulta en conclusión que, en buenos
principios de gobierno, la consecuencia necesaria de la
mâxima legal nemini licet ignorare jus seria una vasta orga¬
nización socialista, en que el Estado se hiciese cargo de
todos los hijos de los ciudadanos, sin distinción, á partir de
la primera ninez, dándoles manutención, vestido y aloja-
miento, como ahora à los soldados, mientras les ensenaba à
leer las leyes, á entenderlas y almacenarlas en la memoria,
para devolverlos, una vez ensenados, à sus familias y à la
sociedad. Y es lo más grave que todavia después de eso no
se habria vencido sino una parte de la dificultad, porque el
derecho vigente y aprendido en un momento dado se escapa
de la memoria y hay que hacer nuevos esfuerzos para rete¬
nerlo ó para recobrarlo: por otra parte, el derecho vive y el
legislador acaudala y renueva sus preceptos con frocuencia,
imponiendo al ciudadano nuevos acopios, trasiegos y susti¬
tuciones de leyes ó de miembros de leyes, que es decir nue¬
vos consumos de energia, de atención, de tiempo, mermando
mås y mås el reclamado para el restante trabajo social, si
tal vez no absorbiéndolo por entero.
La potencia cerebral y fisica del individuo es demasiado
limitada para que con la corta porción que queda disponible
de ella—cuando queda alguna—después de satisfechas las
exigencias tiranicas de la vida fisica, en lucha con una natu¬
raleza tan adversa, 6 tan mal conocida y dominada, como la
que nos envuelve, y con una organización social tan defi¬
ciente é imperfecta como la nuestra, pueda prestar oido al
incontinente y desaforado vocerio del legislador, que no cesa
un instante. Desde que el combatido autor de la'Novisima,
Reguera Valdelomar, en su «Historia de las loyes de Casti¬
la», apreciaba que sel juez más integro, que el abogado más
estudioso, no puede menos de ignorar en gran parte las le
yes de Espana, por no serle posible la instrucción y ciencia
de todas» (§ XIV, n. 6), y Martinez Marina, en su Juicio cri¬
Max-Planck-Institut für
G. Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
uropäische Rechtsgeschie