DEL EXCMO. SR. D. ANTONIO ROYO VILLANOVA
675
Permitidme que, al efecto, os recuerde las siguientes pa¬
labras de Yves Guyot:
«Todo individuo susceptible de hablar, puede proferir in¬
jurias y calumnias. ;Habrá que amordazar a todo el mundo
para prevenir estos delitos? Todo individuo que tiene el libre
uso de sus brazos y de sus piernas, puede realizar una agre¬
sión. Para asegurar la paz, zhabrâ que embutir a cada hom¬
bre como un salchichón, y en ese estado de inmovilidad Ile¬
varlo a la Prefectura de policia? Todo hombre puede embria¬
garse; todo borracho puede cometer un delito. Para prevenir
la embriaguez y los delitos que pueda engendrar, zhabrá que
volver a las prescripciones de Mahoma y prohibir el uso del
alcohol y de toda bebida fermentada? Todo hombre puede
volverse loco; todo loco es peligroso. Para prevenir estos pe
ligros posibles, zhabrá que poner a todo el mundo la camisa
de fuerza?» (1).
Uno de los mayores peligros del terrorismo estriba en
que, deseando extremar la previsión y remontándose a las
que se suponen primeras causas de los Ilamados crimenes
sociales, vaya a minarse en sus fundamentos el Estado mo
derno, atacando aquellas libertades esenciales que dan tono
y carácter a nuestra civilización. Asi, se dice por los que en
la defensa social y en el terror colectivo encuentran una trin¬
»Sin duda porque era ya imposible herir una cabeza mås alta, la ven
ganza de los anarquistas se detuvo después de la muerte de M. Carnot y
la de su asesino.
»Pero, no es sorprendente esta ropercusión de criminales locuras y de
venganzas salvajes, que partiendo de un hecho sin importancia — el arre-
batar una bandera roja on una taberna — llega a producir el asesinato
del Presidente de la Repûblica francesa?
»Y como las pequenas causas engendran a veces los grandes efectos,
es permitido creer que la historia de este tiempo hubiese sido tal vez algc
modificada, si el 1.° de Mayo de 1891, el comisario de Policia de Levallois
no hubiese creido que su deber le obligaba a salir de su demarcación para
ir a coger una bandera en una taberna que pertenecia al distrito de su
vecino colega.»
(Los anarquistas: Ravachol, págs. 167 y 168.)
(1) Yves Guyot, La Police. Paris, 1881; pág. 8.
Max-Planck-Institut für
rales y Politicas
europäisch
itsgeschichte