DISCURSO
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doctrina. La justicia penal es también un hecho. Aquello que
decia D. Alejandro Pidal de la hipótesis y de la tesis, es apli
cable a todas las manifestaciones de la politica, considerada
como actuación del Poder pûblico. Y el derecho de castigar
es un acto de poder. La abolición de la pena de muerte es
una tesis doctrinal. La disciplina militar y la seguridad del
Estado es una hipótesis de realidad innegable y un imperativo
del derecho vigente. En eso se diferencia la justicia de Dios
de la justicia de los hombres. En la justicia divina se sanciona
la responsabilidad moral, sin preocuparse del estrago o del
peligro que puedan entranar las danadas intenciones. La jus
ticia humana sanciona la responsabilidad social, y en su reac-
se cuidan mucho de advertir que el carâcter normal de su personalidad y
el elemento evolutivo de su delincuencia, demandan grandes diferencias.
Sólo son peligrosos para el Estado y la clase social imperantes; por eso,
basta con expatriarles, o detenerles durante algün tiempo, sin ninguna
de esas restricciones y exigencias disciplinarias que se precisan para los
delincuentes ordinarios de tendencia atåvica.» (Pågs. 28 y 29.)
Tambión son interesantes las siguientes frases del ex policia francès
Gorón hablando del célebre anarquista Pini:
Me quedé ostupefacto, lo confieso, cuando supe que este hombre, que
habia robado sumas considerables, apenas gastaba cinco reales diarios en
su manutención, y constituia con el resto del dinero que robaba, una es¬
pecie de caja negra de un partido nuevo, de un partido terrorista, que ne
tenia otro fin que imponerse por la violencia y realizar la mås profunda
de las revoluciones sociales, suprimiendo a los ricos.
»Cada dia averiguaba una nueva particularidad de la curiosa vida de
este hombre.
»Por ejemplo, supe que él, que tenia siempre en el bolsillo unos cuan-
tos billetes de mil francos, era uno de los fundadores de la liga de antipro¬
pietarios, conocida ya en Montmartre bajo el nombre de «La Campana de
Madera», liga que tenia la especialidad de desalquilar gratuitamente y
con presteza suma las habitaciones que iban a ser objeto de embargo.
»Por otra parte, el mismo Pini, presentándose como capitalista, con el
dinero de sus robos, habia entrado en comandita con el inventor de una
lämpara vigia, bastante curiosa, que precisamente on aquellos momentos
estaba expuesta en el Champ de Mars.
»Verdad es que cuando le pedia al ladrón anarquista la explicación
de estas contradicciones, me la dió con la mayor naturalidad, diciéndome
que los beneficios de su comandita debian ir, como los beneficios de sus
robos, a la caja negra de la anarquia
»Se encontraron también en los diferentes domicilios de este tan par
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte