DISCURSO 
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municar este acuerdo al interesado y notificarle que queda¬ 
ba a disposición del Tribunal de Cortes, se supo que habia 
huido de Madrid. 
No hemos de seguir paso a paso todas las vicisitudes de 
nuestra historia constitucional, ni poner de relieve todas las 
incidencias surgidas con ocasión de la inviolabilidad, no 
siempre bien definida o respetada (26); pero como nota cu¬ 
riosa debemos consignar que en la famosa exposición Ilama¬ 
da «de los Persas», uno de los cargos formulados, el ex¬ 
puesto con el nûmero 53, dice: «Bajo este sistema, el art. 128 
siempre estuvo de más, aunque se escribió en él que los Di¬ 
putados serian inviolables por sus opiniones, porque esto ha 
tenido más excepciones que palabras.» 
Y con respecto a la evolución posterior, bastará a nues 
tro proposito indicar que en las Constituciones sucesivas (y 
sobrado numerosas) que han regido en Espana, asi como en 
los proyectos de Constitución, ha sido reconocida siempre 
la inviolabilidad, empezando por el Estatuto Real, que en su 
articulo 49 prescribe: «asi los Próceres como los Procurado¬ 
res del Reino serán inviolables por las opiniones y votos 
que dieren en desempeno de su encargo», siguiendo por la 
de 1837, que admite la prerrogativa expresando: «los Sena¬ 
dores y los Diputados son inviolables por sus opiniones y 
votos en el ejercicio de su encargo» (art. 41), y respetando 
fundamentalmente las ulteriores Constituciones y proyectos 
esta manera de formular el principio, salvo ligerisimos re¬ 
toques de léxico (como el empleo de la voz «cargo» en vez 
del clásico vocablo «encargo»). Asi, se reproduce el precepto 
en 1845 (art. 40), 1856 (art. 43), 1869 (art. 57), 1873 (art. 68) y 
en la vigente Constitución de 1876 (art. 46). 
En nuestro Derecho actual, y como garantia de la prerro¬ 
gativa frente a peligros exteriores que la desvirtüen, pueden 
citarse los articulos 174 a 176 del Código Penal comun que, 
con sanciones diferentes segûn la gravedad del hecho y e. 
posible carâcter de reincidente en el autor, castigan las inju¬ 
rias o amenazas dirigidas a los Representantes en Cortes 
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