DISCURSO
DEL ILMO. SENOR
D. JUAN ZARAGÜETA BENGOECHEA
SENORES ACADÉMICOS:
Hay momentos en la vida humana en los que nuestro es¬
piritu hace lo de un viajero o excursionista que llega a un
alto de su expedición: contempla el camino andado, descansa
un rato, y toma alientos para proseguir y terminar la ruta en
perspectiva.
Algo anâlogo me sucede a mi, en este momento culmi¬
nante para la emoción, mezcla de confusión y de sorpresa.
que embargara mi ánimo el dia en que recibi vuestro re¬
querimiento a formar parte de esta doctisima Compania.
Una mirada instintivamente retrospectiva hubo de ponerme
de manifiesto, con la penosa elocuencia de ciertos contrastes.
el de mi breve historia y modesto bagaje intelectual çon las
cimas a que inopinadamente me veia transportado. Acostum¬
brado, no obstante, por hábito personal y hasta por mi pro¬
pio ministerio, a estimar las situaciones humanas, no sólo en
razón de un pasado que en si resumen y acusan, sino también
de un porvenir cuyo germen llevan, presto reaccioné, juz
gando vuestro Ilamamiento, más que como sanción de méri¬
tos contraidos, como estimulo de una vocación a la que im¬
Max-Planck-Institut für
Morales y Politicas
Real Ac
europäische Rechtsgeschichte