DISCURSO
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doctrina biblica, y á conservar y aprovechar la de los
antiguos sabios paganos, enriqueciendo el templo cristia¬
no çon los despojos del Egipto, en frase de Clemente de
Alejandria; y tal fué su perspicacia, que à pesar del es¬
piritualismo de Platón, tan conforme al espiritualismo
cristiano, todavia sin desaprovecharle, tomaron por guia,
cristianizándole, à Aristôteles, que es por confésion de
todo el genio cientifico más poderoso del mundo antiguo
y quizá también del moderno. Y nos dieron, entre otras
mil producciones de la más alta y sólida especulacion, la
Summa theologica, esa obra sorprendente que logrò fijar
las inteligencias por siglos, y que malamente desdenada
por la superficial y petulante ciencia del próximo pasado,
adquiere hoy en dia, después de más de quinientos anos
y de las evoluciones é inmensos adelantos del espiritu
humano, un crédito y autoridad mayores cada vez. En
ella estä la filosofia cristiana, no en el sentido de que to¬
das y cada una de sus doctrinas, aun en sus mas minu¬
ciosos pormenores, sean verdades católicas, y no se pué¬
da disentir de ellas, ni se las pueda à veces corregir, des¬
echar y sobre todo ampliar; sino porque está principal¬
mente basada en la revelación, porque ésta sirve cons¬
tamente de criterio, porque el Evangelio la informa en
todas sus partes, porque todas las fuerzas de la inteligen¬
cia y los métodos de que se sirve en la investigacion y de¬
mostración de la verdad, están alli empleados por mara¬
villosa manera, para poner de manifiesto con la claridad
del genio la intima armonia de la verdad religiosa y de
la verdad filosófica natural, como procedentes del mismo
principio, que es Dios, la verdad absoluta, la fuente de
toda verdad.
La ciencia cristiana quedô fundada en sus lineamientos
y bases principales, y apenas quedaba otra cosa que ha¬
cer sino aplicarla à la vida y completarla con las nuevas
adquisiciones de los tiempos sucesivos, con las nuevas
Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte