CONTESTACIÖN
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riamente una empresa en que no se compromete por vo¬
luntaria iniciativa, hube de seguir en este caso la maxi¬
ma de que, si las cosas no quieren conformarse con noso¬
tros, debemos nosotros conformarnos con ellas.
Y, en efecto: no era dable negarme al compromiso mo¬
ral que produce siempre el ruego de un amigo muy que¬
rido, cuando conociendo, como conocia yo, sus cualida¬
des especiales, habia tenido la honra de indicarlo para
que sirviese de poderoso auxiliar en nuestros trabajos li¬
terarios: no podia negarme, con mayor motivo, habien¬
do tenido el gusto de ver aceptada su adquisicion por
esta Academia, que puede ya felicitarse del acierto con
que procedió, en vista del discurso que acabamos de oir,
lleno de erudición copiosa, critica sana, filosofia profun¬
da y conocimiento perfecto del corazón humano.
Las indicaciones que, acerca de la vida literaria, admi¬
nistrativa y politica del Sr. Concha Castaneda, voy à re¬
senar, darán idea cabal de su personalidad y de los me¬
ritos que atesora, para ocupar dignamente un sitial de
esta docta Corporación.
Era apenas transcurrido el primer tercio del siglo ac¬
tual, cuando asi los profesores como los alumnos, primé¬
ro de la Universidad de Salamanca, á cuyas aulas tendre
siempre á gloria haber también yo asistido, para oir cien¬
cia segun se decia entonces, y la Central después, pré¬
senciaron los brillantes ejercicios que practicára, para ob¬
tener, por el voto unánime de sus jueces, los grados aca¬
démicos; y á muy poco tiempo se incorporé, en 1841, al
Colegio de Abogados de Madrid, al que ha pertenecido
siempre desde entonces, ejerciendo con notable crédito
su distinguida profesión en todos los Consejos y Tribu¬
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschicht