DISOURSO
DEL SENOR
DON JOSÉ MANUEL PEDREGAL
SENORES ACADÉMICOS:
Desde el dia en que me fué notificado el tan grande oomo
in merecido honor que me dispensabais Ilamándome a ocupar
un-puesto entre vosotros, luchan en mi dos opuestos senti¬
mientos.
Me inolinaba el uno a manifestaros mi rendida gratitud,
pero declinando el honor de formar parte de la Academia,
fundåndome, no tan solo en la modestia de mi actuación pü-
blica, sino, principalmente, en que ésta, aunque no fuese de
tan poco reliove como lo es, no se conforma a la manera aca¬
démica, ni ha llegado nunca a alcanzar, no ya valor oienti
fico, sino ni siquiera aquel artistico indispensable para dis¬
culpar vuestra benevolencia al elegirme.
Pero el otro sentimiento que me impulsaba a aceptar na
cia de que me ofreciais la vacante producida por la muerte
del inolvidable, venerable para todos, pero acaso para mi
mâs que para nadie, D. Gumersindo de Azoárate. Y esto, que
a primera vista parece que lógicamente habia de acentuar
mi propôsito de no aceptar, si me limitase a considerar que
todavia resultaba mås injustificado que asintiese yo a susti-
Max-Planck-Institut für
Real Ac
ias Morales y Politicas
äische
itsgeschichte