DEL EXCMO. SR. D. LUIS MARICHALAR Y MONREAL
pues que, partiendo del deseo nobilisimo de realzar al indi¬
viduo y fomentar el progreso pûblico, van a caer en una
forma de socialismo incapaz de aquel logro. No vale apoyar
se en la evolucioón, diciendo que los progresos de la ciencia
han conducido a la sustitución gradual de las pequenas por
las grandes Empresas, y que a los patronos que obraban in
dividualmente han sucedido Sociedades anónimas cada dia
mås importantes, porque en toda esta evolución predominan
el deseo y la fuerza irresistible de multiplicar la acción in¬
dividual, que es el primer factor que supone y del cual par¬
te la concentración que universalmente se nos ofrece en el
terreno económico. Por esto es ilógica e insostenible la ase¬
veración del libro que analizo, cuando, al preguntar que
dónde se detendrá la concentración, se dice que su limite
es, evidentemente, la absorción de todas las Empresas en
una sola, que serä forzosamente la Nación misma. Los auto¬
res no quieren renunciar a la idea de desenvolvimiento de
esa acción de las fuerzas individuales y colectivas; pero
como a la vez pretenden que desaparezca por su fusión en
un todo nacional, aparece patente el equivoco en que las
pâginas sucesivas se mueven. Asi, se nos dice que, por po¬
derosas que sean las Empresas privadas (luego se las re¬
conoce como una fuerza), su campo de acción tiene limites
siendo evidente que una Empresa nacional que reuniera en
un solo haz todas las energias, obtendria ventajas muy su-
periores. De esta forma los intereses privados serian aso¬
ciados en vez de rivales, y, además, lejos de sufrir por la
transformación, ganarian sobremanera, porque las fuerzas
desperdiciadas estérilmente en las luchas de la concurren-
cia se verian en lo sucesivo unidas con el interés comûn.
«Puesto que las Sociedades anónimas que han llegado a
ser tan fuertes han experimentado la necesidad de fusionar-
se en los trusts o agrupaciones análogas, cabe pensar en el
trusts de los trusts, o sea la asociación integral del capital y
del trabajo, que reuniria todos los bienes y todas las perso¬
nas, armonizando todos los intereses.»
Max-Planck-Institut für
Real Aca
les y Politicas
europäische Rechtsgeschichte