DEL EXCMO. SR. D. LUIS REDONET Y LÖPEZ DÖRIGA
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(62) Aelredo ö Ethelredo, cisterciense del siglo XII (hacia 1145) en
la diocesis inglesa de York, compuso esta regla de 78 capitulos, à ruego
de su hermana (Calmet: Remarques Critiques).
(63) Sospecha Calmet, per numerosos detalles que magistralmente
comenta, que es posible sea esta regla, la misma que rigiera en el mo¬
nasterio irlandés de Benchor, de donde más tarde salió San Columba¬
no. Este monasterio habia sido fundado por S. Comgalle, hacia el
ano 551. Además del Holstenius, inserta la regla de que se trata, Migne
en su Patrologia, LXVI, 988.
(64) La regla de San Ferreol, es muchas veces alabada por San Be-
nito de Aniana en su Concordia...., y traida frecuentemente à cuento
por los comentaristas de San Benito, entre ellos Smaragdo. Consta de
39 capitulos y está dirigida al obispo Lucrecio. La estudié en el Hol¬
stenius, y en la Patrologia latina, LXVI, 960. Fundó San Ferreol por el
ano 558, un monasterio que tomó su nombre, Ferreolacense Monaste¬
rium.
(65) Sin detenerme á contrastar, ni á enumerar siquiera los diver
sos pareceres sobre la regla de San Columbano, quede dicho que el
monje Jonás, en su Vida del Santo, afirma que la escribió, Ileno del Es¬
piritu Santo. Calmet opina que es primitiva y original, aunque la regla
de San Benito habia sido llevada á las Galias por St. Maur el ano 543.
Nació San Columbano en 560, se educó en Benchor, pasó á Francia
hacia 590, en donde fundó el monasterio de Luxen, y murió en 615. Ex
cusado parece decir que una regla de tal importancia y sorprendente
novedad, no fué omitida en la Patrologia de Migne (LxXX, 210)
(66) Montalembert, que pone sus amores en la obra religiosa, poli¬
tica y social de San Columbano, dedica un capitulo (el II del libro Ix) a
la Vie et règle de Saint Colomban.
(67) El abad Martin y Antonio Arena, en sus citadas obras, Monta-
lembert y cuantos ponderan el trabajo monástico, traen á cuento con
delectación, este episodio de Teodulfo Dice bien Montalembert, que el
blasón Cruce et aratro resume la vida de tan prodigioso monje. El mis
mo Montalembert nos cuenta la vida monástica del abad David, que
alcanzö para su monasterio una de las primeras y mås vivas manifesta
ciones del derecho de asilo, que tengo yo estudiado en otras partes.
(68) San Isidoro: Discurso leido en la Academia Hispalense de San
to Tomás de Aquino, en octubre de 1881. Inserto en los Estudios de Cri¬
tica literaria 1.2 seriej. Madrid, 1884.
(69) Consta la regla isidoriana, de 23 capitulos. Segün el Dr. Ro-
dolf Klee (Die Regula Monackorum Isidors von Sevilla.... Marburg. Frie
drich, 1909) que hace una minuciosa comparación de esta regla con todas
las conocidas en la Cristiandad occidental, resulta que San Isidoro se
inspiró en San Benito para el alimento, la bebida, el sueno, la clausu-
ra, el oficio divino, la administración del monasterio y el trabajo inte¬
lectual y de manos; quizá también en las Instituciones de Casiano, para
el oficio divino; y en la regla Tarnatense, para prescribir cánticos du-
rante la faona manual. Tomo estos datos, de la Revue Bénédictine, pues no
Max-Planck-Institut für
rales y Politicas
Real Aca
europäische Rechtsgeschichte