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DEL EXCMO. SR. D. FERMÉN CALBETON 
el privilegio es el espiritu que reina en esos organismos, asi 
como en el de la nobleza, y al Rey está atribuida la conce¬ 
sión de licencias para trabajar, atribución que fué prerroga¬ 
tiva del soberano de Francia hasta los ultimos afios del si¬ 
glo XVIII, como lo demuestra un decreto regio registrado en 
Versalles en 1776. 
Trabajar, pues, en una industria era privilegio, y el en¬ 
trar en una Corporación constituia otro. El aprendizaje, la 
oficialia, el titulo de maestro, se alcanzaban también por or¬ 
den de jerarquias privilegiadas, y el ingreso en los tallères 
estaba sujeto al capricho de las Corporaciones. El obrero 
manual era universalmente desdefiado en la villa, en la ciu- 
dad y en el campo, y el labrador propietario 6 colono, me¬ 
nospreciaba al jornalero como era menospreciado por el se¬ 
nor. La servidumbre sigue pesando sobre aquella sociedad 
sumida en la mås crasa ignorancia. 
El origen de la propiedad es la conquista, cuando no la¬ 
merced real, y el laboreo de las tierras se concede en forma 
censual 6 de arrendamiento, que regulan las leyes romanas 
y las variantes de las costumbres en cada pais. La justicia se 
administra mal por los sefiores, y después por el Rey o por 
delegados del mismo; pero, con excepciones contadisimas, 
no alcanza á los poderosos. Los pecheros, conocidos por 
otros nombres en el extranjero, soportan solos las cargas 
sociales, y cuando van las mesnadas à la guerra, se las con 
duce con armamento inferior al de los nôbles, para humi¬ 
llarlos más y que no se atrevan à agredir à sus amos. Vive 
en la miseria mäs espantosa la porción mayor de las nacio¬ 
nes, y en grosero lujo los nobles y los ricos; y si en algunas 
regiones mediterráneas fué próspero el comercio por sus re¬ 
laciones con el Oriente, tardó mucho tiempo en conocerse su 
influencia en el resto del mundo; pero tanto esta forma de 
la actividad humana como las demás del trabajo, fueron siem¬ 
pre desdefadas por los omnipotentes y endiosados directores 
de los pueblos. 
Semejante constitución social produjo en el mundo vio¬ 
Max-Planck-Institut für 
Real Academia de 
encias Morales y Politicas 
uropäische R 
htsgeschichte