DEL EXCMO. SR. D. JOAQUIN FERNÄNDEZ PRIDA
287
sos, la ascensión penosa en un camino que, tratando de evi¬
tar los males y riesgos, cada dia mayores, que á la guerra
acompanan, conduce al mantenimiento de la paz; la cual es
mas frecuente y segura desde que aquélla vuelve à ser opo¬
sición total entre naciones, y utiliza como armas de combate
los acorazados, las ametralladoras y los canones de tiro rá¬
pido ò de gran calibre, que cuando se reducia á discordia en¬
tre Estados y se luchaba con la espada ó la pica, la ballesta
o el mosquete de pasadas edades.
Otras veces, el empleo de nuevos medios destructores.
como los que proporciona la aviación ó la navegación subma¬
rina à la hora presente, significa un cambio tal en las condi¬
ciones de la lucha, que exige reglamentación adecuada, im¬
posible de lograr en un dia, porque su eficacia depende de
que la conciencia comûn de los pueblos civilizados llegue á
prestarle apoyo; y entonces el temporal trastorno que antes
de obtener esa reglamentación se produce, no es tanto un
paso atrås en orden á la humanización de la guerra, como la
falta de un paso hacia adelante que restablezca la armonia
entre la vida, que à todas horas cambia, y la norma legal, que
progresa con lentitud ó permanece estacionaria.
Apenas han trascurrido dos centurias desde que Bynkers-
hoeck reputaba licito en las hostilidades el empleo del veneno
y del asesinato, y afirmaba que, salvo la perfidia, todo es per¬
mitido contra el enemigo por el hecho de serlo; y si frente á
semejante concepción se colocan los usos generales, moder¬
nos, de la guerra, dificilmente puede pretenderse que haya
sido tiempo perdido el que se empleó en procurar la huma¬
nización de los combates; los cuales son y serán siempre, por
su propia naturaleza, cruentos y destructores, pero sin que
nécesariamente campee en ellos aquella crueldad repulsiva
que aprobaba todos los medios y antes perseguia que evitaba
los sufrimientos innecesarios del vencido.
Suelen agravarse las infracciones del Derecho que la gue¬
rra causa, no sólo cuando el interés ó la pasión ciegan por
completo à los que contieuden, sino también cuando son gran¬
Max-Planck-Institut für
Ciencias Morales y Politica
Real A
europäische Rechtsgeschichte