DISCURSO
hombre como Menéndez y Pelayo, verdadero genio construc¬
tor en estas materias históricas, critico sagacisimo y profundo
de los sistemas heterodoxos y de las teorias estéticas, artista
consumado en esa operación casi divina de la sintesis men¬
tal, unica que constituye la ciencia. ;Pretensión irrisoria fue¬
ra en mi la de llenar el vacio que aquel eximio maestro dejó
entre vosotros! Porque zcómo podria ni de lejos continuar
sus tareas, seguir sus pasos de gigante, elevarse à la altura
sublime de sus geniales intuiciones, el que ni siquiera ha sa¬
bido imitarle en una parte minima de su enorme obra de sin¬
tesis? Discipulo suyo en la intención más que en la realidad,
falto de la fuerza mental y de la extensa cultura que la gene
ralización exige, atado fuertemente con los férreos lazos de
las disciplinas instrumentales al duro banco de la erudición
histórica, es dificil que mi espiritu, habituado al análisis,
acierte à redimirse de la miopia engendrada por la observa¬
ción, acientifica en si, de lo particular y concreto.
Mas como el arquitecto no desdena la labor del peón, Me
néndez y Pelayo sabia también estimar en su justo valor ese
trabajo analitico de los investigadores, condición previa que
hace posible la construcción cientifica de la sintesis histórica.
Su necesidad en todos los campos era, á sus ojos, mâs indis
pensable aun, dentro del coto especialisimo de la erudición
semitica, apenas desbrozado por cultivadores espanoles. Las
enormes lagunas que todavia ofrece la historia del pensa¬
miento ibérico en los siglos medios, eran una de sus preocu¬
paciones mâs vivas. El entusiasmo que sentia por la ciencia
espanola haciale interesarse por el estudio de nuestros pen
sadores musulmanes y judios, cuya influencia en el rena¬
cimiento de la escolástica medieval atinó à percibir cumpli¬
damente, sin dejarse impresionar por las negaciones apasio¬
nadas y rotundas que el prejuicio étnico y politico habia en¬
gendrado en cerebros como el de Simonet, poco dispuéstos
à la visión ecuánime y serena de los hechos pasados. Era, por
otra parte, realmente dificil substraerse à la autoridad y à la
sugestión de un testigo tan excepcional, por su competencia.
Max-Planck-Institut für
Real Academia
encias Morales y Politica.
europäische Rechtsgeschichte