DEL EXCMO. SR. D. EDUARDO SANZ Y ESCARTIN 
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que una acción lenta y perseverante que, modificando las ac¬ 
tuales condiciones económicas y juridicas, haga posible una 
organización mås moral y mâs justa de las sociedades? 
Pero jqué suma de esfuerzos, de luchas, de sufrimientos, 
de sangre quizä, antes de llegar à este resultado! 
No creo, por tanto, aventurado afirmar que la eficacia de 
la religión y de la filosofia como tónico y consuelo de las almas 
ha de tener amplio campo en que ejercerse. 
Y ya que la acción religiosa à otros especialmente corres¬ 
ponde, me habrá de ser permitido esperar que las verdades 
de la filosofia se cultiven y se propaguen en esta patria nues¬ 
tra, que desde hace largo tiempo parece refractaria à sus en¬ 
senanzas y å sus ejemplos. 
He sentido siempre invencible atracción hacia los estudios 
filosóficos, à los que, sin embargo, no he podido consagrar 
toda la atención que deseara. Séame permitido que, como à 
un representante esclarecido de estudios de investigación de 
las doctrinas filosóficas que han florecido en nuestra patria, 
salude, å su ingreso en esta Real Academia de Ciencias Mo¬ 
rales y Politicas, al sabio profesor de la Universidad Central 
D. Miguel Asin y Palacios y le dé, en nombre de esta Corpo¬ 
ración y en el mio propio, la más cordial bienvenida. 
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Politi 
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