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DISCURSO
pueblo; en ultimo término, decreto de una Razón impersonal.
En todo caso, lo más personal que existe, el Derecho (por¬
que todos decimos: mi derecho, y à nadie se le ocurre decir:
mi verdad) se ha estimado siempre como efecto de una causa
extrana à la persona. Esto, en realidad, no es otra cosa que
una servidumbre juridica. Que el amo se Ilama Rey, Asam¬
blea, Estado, Nación, Pueblo, Razón, Naturaleza, es indife¬
rente para la esencia de la relación. El hecho es que mi de¬
recho no me es admitido en virtud de mi mismo, sino mer¬
ced à una categoria que no me pertenece, y à la cual yo
pertenezco. Ahora pertenezco al Hombre, como en tiempo
de las XII Tablas pertenecia al Ciudadano; si antes poseia
actividad juridica como Civis, ahora la poseo como Homo. Y,
cuando se promulga la regla juridica, promûlgase igual¬
mente para el Homo, para un Universal que no existe como
substancia in rerum natura.
Allá por los siglos XI y XII, en la alta Edad Media, una
cuestión preocupó extraordinariamente á los pensadores: la
famosa cuestión de los universales. Un filósofo anónimo,
resumiendo en cortante frase la tradición aristotélica sobre
el asunto, llegó à escribir lo que sigue:
«El primer presupuesto de nuestra opinión, es éste: cual¬
quiera cosa que es, es individuo; lo cual es manifiesto para
todos los que atiendan à la verdad de las cosas, en vista de
la efectividad de ellas. De donde se sigue, que si los géne¬
ros y las especies son—y son, puesto que constituyen la ma¬
teria de los individuos—, conviene que sean individuos.
Pero los mismos individuos son géneros y especies. Luogo
es una misma la esencia del género, de la especie y del indi¬
viduo..... Digamos, pues, lo que nos parece mâs acertado:
que, cuando afirmamos: Sócrates es hombre, no se predica
ninguna cosa de Sócrates, porque ni se predica Sócrates, ni
ninguno de los demás. Y no es que neguemos que se predi¬
que Sócrates de Sócrates; pero no es eso lo que se significa
con esta proposición: Sócrates es hombre; sino que más bien
este vocablo hombre nos hace pensar en Sócrates y en los
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Politice
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