DEL ILMO. SR. D. FAUSTINO ÄLVAREZ DEL MANZANO
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Esparcidos los productos por todas las latitudes, ysepara¬
dos de ordinario por considerables distancias; apareciendo
en diferentes épocas, y en cantidades desproporcionadas à
las exigencias humanas; expuestos desde la producción al
consumo à numerosos peligros, y exigiendo en la circulación
y la distribución grandes recursos, necesario es, para que
esos productos pasen de una región à las otras, y pueda cada
una disfrutar de la producción de todas, que la actividad
humana se aplique à remover los poderosos obstáculos que
se oponen à que las cosas vayan de quien las tiene á quien
las necesita, y que se aplique con incansable asiduidad hasta
vencerlos: esta manifestación de la actividad humana es el
comercio; segûn eso, el comercio, derivando de la diversidad
de producción, y tendiendo á la distribución de la misma¬
habrà de recorrer todos los paises del globo; en uno y otro
concopto, saltando montanas y atravesando desiertos, va
deando rios y cruzando océanos, pondrá en relación las regio¬
nes desde los grandes continentes hasta las pequenas islas
perdidas en las inmensidades del mar; y, respondiendo asi
admirablemente á la sociabilidad de los individuos y los
pueblos, al mismo tiempo que da al hombre el dominio de
la tierra y le proclama rey y senor de lo creado, realiza por
modo portentoso los designios inescrutables de la inteligencia
creadora de Dios.
Fijaos ahora en que su voluntad soberana impone la so¬
ciabilidad à los individuos y á los pueblos, para que todos,
en unión natural, y, por consiguiente, necesaria y perpetua.
conspiren al fin universal; observad luego que el comercio,
hijo de la diversidad de producción, relaciona á los unos y
à los otros y procura su felicidad, y que, al relacionarlos y
satisfacerlos, es un verdadero bien, y en seguida deduciréis
la consecuencia: el comercio es una necesidad moral impues
ta por Dios al hombre: es un deber. Dios quiere la sociabili¬
dad, y quiere el comercio como medio de asociación; y los
individuos y los pueblos, sociables por naturaleza, deben
querer, para asociarse, el comercio: absolutamente, no con¬
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les y Politicas
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