DISCURSO
esta merced cabe aplicarle el juicio de Quevedo en el capi¬
tulo XIV de la primera parte de su Politica de Dios y gobierno
de Cristo, cuando dice que es «grande y pesada inadverten¬
cia, con una merced, que por hacer dichoso al que pide, hacer
tristes los que lo ven y malquistar la justicia y su persona».
Mas vosotros preferis, sin duda, pensar con Cervantes,
cuando por boca de una de las ninfas que representando
virtudes ó cualidades morales contribuyen al esplendor de
las bodas de Camacho el rico, nos dice que esa prodigalidad
aunque es vicio, es vicio honrado
y de pecho enamorado
que en el dar se echa de ver.
Y tomándolo yo como tal, no sin antes sincerarme con el
Si parva licet componere magnis, de Virgilio, de cualquier
parangón à que la critica sometiera mi pobre personalidad,
comparada con la que vengo à reemplazar ó con las que en
su seno me acogen, habré de merecer aun mayor gracia de
vosotros por el tiempo transcurrido desde que me elegisteis
hasta que vengo á tomar posesión del sitio que me reser¬
vasteis, acerca de la cual dilación sólo os podré decir que el
afán de retocar, de rehacer, de perfeccionar, en suma, el
manuscrito que, aprovechando algûn vagar ocasional, re-
dacté, ha sido causa de que permaneciera éste desde larga
fecha en el cartapacio por falta de nueva ocasión para con-
cluirlo, no á mi gusto, pues que siempre lo consideraré
imperfecto, pero al menos en forma que, por su discreción,
se granjeara vuestra benévola acogida. Al cabo me fué dadc
el reelerlo y refrescarlo, y asi os lo presento, con previa
excusa de que sobre mi ha pesado la triple presión de la sabi¬
duria de la Corporación que ha de oir su lectura, de mi
carencia de bagaje para presentaros mercancia de recibo y
del agobio asfixiante de la vida profesional y pûblica, tan
opuesta à toda obra de meditación, de reposo y de pulimento.
Max-Planck-Institut fül
Real
Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte