DEL EXCMO. SR. D. JULIÄN GARCIA SAN MIGUEL 619
parlamentaria sea producto del voto individual y directo de
los electores, à fin de que el Parlamento sea el espejo que
refleje el verdadero estado de la opinión del pais, segûn fra¬
se feliz de un ilustrado publicista (1). Hemos de decir, sin
embargo, que en nuestra patria se ensayó con bastante buen
resultado para la elección del Senado, como Cámara privi-
legiada, en la que están representadas las clases corporati-
vas, mâs que la voluntad nacional.
Otros sistemas se idearon para mixtificar el sufragio uni¬
versal, entre ellos el de la pluralidad del voto, el voto acu¬
mulado, el cualitativo y cuantitativo, el de la unidad del co¬
legio, el del cociente electoral con ó sin transferencia de
votos, el de listas concurrentes, el de candidatura previa y
otras modificaciones de los que en la práctica se ensavaron
como invención más ó menos acertada y caprichosa, para
encerrar el sufragio dentro de fórmulas capciosas que le
mixtifiquen ó para dar representación á las minorias, alto¬
rando el verdadero sentido de la soberania nacional, que tie¬
ne por base la voluntad popular expresada por la mayoria
de los electores que emiten su voto libremente (2).
Lorimier.
(2) Ya en el siglo xiv ha dicho Marsil de Padua que «el pueblo es el
unico soberano de derecho».
Suarez, de acuerdo con Santo Tomas, Balmes, el Padre Ceferino Gon-
zälez y otros teôlogos eminentes, sostiene que «la soberania no reside
en ningün hombre en particular, sino en la colección de hombres, es
decir, en la sociedad toda entera ó en el pueblo».
Guizot, queriendo limitarla, si no combatirla, ha dicho que «es nece¬
sario acoptar la soberania del pueblo, reducida å no ser mås que la so-
berania de la mayoria».
Rousseau proclamaba la soberania del pueblo, pero ejercida directa-
mente. (Obra citada.)
Después de la Revolución francesa, parece inconcusa la doctrina de
que la soberania reside en el pueblo y se expresa por la mayoria de
votantes.
Simón dice que «el principio de las sociedades modernas es la sobe¬
rania del pueblo, y consecuencia de él es la participación de todos en
el poder legislativo por representación». (La liberté politique.)
Eugène d'Eichthad afirma que «después que la revolución ha procla¬
Max-Planck-Institut für
Politica
Real Academia de Ciencias Morales y
uropäische Rechtsgeschichte