DISCURSO
DEL EXCMO. Y RVMO, SR. DR.
DON VICTORIANO GUISASOLA Y MENÉNDEZ
SENOR:
Gratitud muy profunda siento por la sennalada honra que
me ha otorgado esta insigne Corporación al llamarme à su
seno, y muy ferviente es la que en este momento produce
en mi pecho vuestra augusta presencia en este solemne
acto; con la cual V. M. por su parte, lo mismo que por la suya
hicieron con sus votos los Sres. Académicos, ha querido sin
duda enaltecer, más que mis exiguos méritos personales, la
sagrada dignidad del Episcopado, cuya carga de honores,
no menos pesada á voces que la de sus deberes, estoy obli¬
gado à llevar con mis débiles fuerzas.
Puesto en el presente trance de corresponder segun la
medida de ellas à vuestra eximia benevolencia, debo ante
todo rendir un recuerdo de justicia, muy grato para mi alma,
à la relevante é inolvidable figura del ilustre Académico à
quien me cabe la suerte de suceder: fué éste D. Juan de la
Concha Castaneda, de quien puede decirse que su especial
cultura y su temperamento moral le constituian a priori
miembro de esta Real Academia de Ciencias Morales y Po¬
liticas.
Las complejas cuestiones de Administración y Hacienda,
Max-Planck-Institut fü
encias Morale
olitica
juropäische Rechtsgeschichte