DISCURSO
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razón, fundamento de la verdadera libertad, la autori¬
dad politica se confundirá casi por completo con la ley
misma; al perder los atributos de la fuerza material,
brillará con un esplendor desconocido; y lo que en otros
tiempos se impuso sólo por el temor, se impondrá á los
hombres por su propia bondad y su propia hermosura.
iLlegarán las sociedades á semejante estado de armo¬
nia y de perfección? Si sólo consideráramos el breve
momento de la historia en que vivimos, la fria duda
invadiria de seguro nuestras almas. Epoca de grande
y verdadera crisis es la edad presente; crisis que por su
carácter y por su importancia no ha tenido quizá igual
en la historia. Todo lo que antes confortaba el corazón
humano y dirigia por caminos seguros nuestras vidas,
se desvanece. Los hombres de nuestro tiempo, en su
mayor parte, caminan sin otro norte que el estimulo
ó la necesidad del momento, sin obedecer en sus actos
à una regla superior, ni enderezarlos á un fin ültimo.
Al rechazar con desdén las formas humanas é imper-
fectas de la verdad, rechazaron la verdad misma que
aquéllas ocultaban y que es superior á toda obra de los
hombres. El ideal religioso, que ilumina la vida con la
luz inextinguible de sus esperanzas, que la vigoriza con
el jugo divino de sus verdades y que la enaltece con su
virtud moral, ha muerto para muchos. Por otra parte,
la evolución social y el triunfo completo del individua¬
lismo han convertido verdaderamente la vida de todo
hombre en lucha constante é implacable, en la cual
nada hay que esperar sino del arte y del esfuerzo pro¬
pios. Como consecuencia de estos dos profundos cam¬
bios, aquél que se produce en las conciencias, éste que
comprende toda la vida social, vemos lógicamente des¬
arrollarse el egoismo y la mala fe por todas partes. Cla¬
ses enteras de la sociedad fundan sus utilidades en el
fraude, admitido ya como natural ganancia; el liberti-
Real Academia
Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte