DEL DR. D. EDUARDO SANZ Y ESCARTIN
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ciente y necesaria de los organismos individuales. Y asi
como el tallo se abre seguro paso por entre la dura cor-
teza, que en vano resiste á su constante esfuerzo, asi
la actividad social transforma las costumbres y las leyes
por su persistente é incontrastable acción.
La verdadera historia de la humanidad es la- que
menos se conoce, y apenas si en nuestros dias empieza
à ser objeto de estudio. Constitùyela, más que la estéril
enumeración de fechas, de batallas y de biografias más
ô menos interesantes, la evolución de la vida social en
todos sus aspectos. Las grandes reformas sociales sólo
se realizan cuando las ideas y los sentimientos han
cumplido su labor de preparación. Los cambios en la
legislación y en el gobierno son entonces el resultado de
las transformaciones previas de la sociedad misma. Lo
que sucede es, que el observador superficial ve tan sólo
los efectos, y cree obra exclusiva de reyes y tribunos
lo que es simple consecuencia de una evolución ya rea-
lizada. Hay Constituciones politicas que no ejercen in-
fluencia alguna en la vida real de un pueblo, y cuya
acción es nula ó nociva. Luchar por ellas, es perseguir
fantasmas. Acontece en cambio otras veces que, à pe-
sar de la oposición de los poderes pûblicos, la fuerza
incontrastable de los hechos impone una reforma. Ejem¬
plos de uno y otro fenómeno nos ofrece en abundancia
la historia. Sin ir mås lejos, «quién se atreverá á sos¬
tener que todos los pueblos que en nuestros dias han
recibido el poder politico en su plenitud por la univer¬
salidad del sufragio están en aptitud de ejercerlo?
«Quién se atreverá á sostener que, en parte alguna, se
realice la verdadera y total representación nacional que
constituye el supuesto del moderno régimen parlamen¬
tario?
Por el contrario, reclaman en el siglo I a. de J. los
aliados de Roma, sus iguales en origen, en idioma y sa-
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte