82
DISCURSO
académica y el otro de behetria turbulenta y desman¬
dada, epilogo el uno de una historia pretérita, y pró-
logo el segundo de otra historia que aun está entre los
futuros contingentes; en una palabra, entre el mundo
de Quintana, de Lista y de Gallego, y el mundo de que
somos parte cuantos hoy, más ó menos torpemente,
movemos la pluma, se dilata otra región poética en
que imperaron modos y formas de arte muy definidos,
y aun cierta especie de teoria que à los educados en la
disciplina del siglo XVIII pudo parecer esencialmente
revolucionaria, aunque luego, en cotejo con otras li-
cencias más radicales, casi hayamos venido á tenerla
por motin escolar ó rebelión de intra claustra. El periodo
en que domina esta escuela, que de un modo ó de otro
dejó sembrados los gérmenes de la independencia lite-
raria de que hoy mås razonada y sistemáticamente
disfrutamos, se conoce en todas las literaturas de Eu-
ropa con el nombre de romanticismo.
A esta escuela pertenecen las obras capitales del
Marqués de Molins; su drama histórico Dona Maria de
Molina, sus romances y leyendas, hasta sus mismas na¬
rraciones en prosa. Pero como las evoluciones literarias
rara vez son bruscas, sino que se van graduando por
matices casi imperceptibles, él, que habia sido clásico
antes que romántico, educado por Lista en el Colegio
de San Mateo, recibiendo por una parte las tradiciones
de la escuela sevillana por medio de su dulce y vene¬
rado maestro, é inclinándose por otra al tono grandi¬
locuente y robusto de los ültimos y mås gloriosos liricos
salmantinos, Quintana y Gallego; merecia å toda ley
ser contado entre los más fieles hijos ó nietos de la
literatura culta y entonada- de los ultimos anos del
siglo XVIII, de cuyo dialecto poético conservó siempre
dejos muy visibles hasta en sus composiciones más
románticas, no sólo por el buen gusto y el primor de
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte