Max-Planck-Institut für
europäische Rechtsgeschichte
272 DISCURSO DEL EXCMO. SR. D. RAIMUNDO FERNÄNDEZ VILLAVERDE
conocen ni estiman. No se resuelve el problema capital
del sufragio politico, no se aseguran su verdad y su in¬
dependencia implantando el menos consciente, el mås
maleable, el menos libre de todos los sistemas.
La escuela democrática, al sostenerlo, parte de su
erróneo concepto, más peligroso cuanto mâs vago, de la
soberania inmanente de la nación, tomando à ésta como
universalidad de ciudadanos sin distinción de clases ni
capacidades, y declarando absolutos todos los derechos.
Ya en la parte que afecta al problema, objeto de mi
estudio, he combatido esa orgullosa doctrina.
Bien quisiera disponer de espacio para oponer á ella
la noción sana y justa de la soberania del Estado, ema¬
nando de la nación sin duda, pero no de la muchedum¬
bre ó del nûmero, no ejercitándose á toda hora para
crear el poder por delegación directa ó inmediata ó sin
delegación legitima posible, como sostenian con lógica
los fundadores de tales teorias, sino como la compren¬
den y explican los más profundos maestros de la filoso¬
fia del derecho, como la expusieron nuestros grandes
juristas, dentro de un orden ético, no meramente hu-
mano, con sentido orgánico en la sociedad y en las ins
tituciones politicas, capaz de satisfacer las necesidades
permanentes del orden, del espiritu colectivo, de la con
ciencia pûblica, con ese enlace entre el presente y el pa¬
sado que, tan felizmente para los pueblos que lo poseen,
realiza el principio fijo, perpetuo, impersonal y trans¬
cendente de la Monarquia.
Mas no temåis que siga fatigando vuestra atención,
senores Académicos. Pongo aqui punto à estas desali¬
nadas consideraciones, dirigidas à confirmar la tesis de
que el sufragio universal no es ante la ciencia ni ante la
historia el sistema de elección más propio para satisfa¬
cer las delicadas necesidades del regimen parlamen¬
tario.
Morales y Politicas
Real Acad