Max-Planck-Institut für
europäische Rechtsgeschichte
CONTESTACIÖN
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que aquilatan el trabajo primitivo, depuran lo que con-
tiene cierto ó exactô, y separan como escoria lo que la
experiencia demuestra errado ó deficiente. Si el pro¬
yecto de ley formulado por el Sr. Montero Rios como
consecuencia de su trabajo académico llega á ser dis¬
cutido, obtendrá seguramente aprobación en su con-
junto y perfección en algunos de sus pormenores, siendo
impropio de este lugar y de este momento presentar
alguna de mis personales observaciones, que quizá se¬
rian prontamente aceptadas por el ilustre Académico,
no como censura, sino como realce y utilidad que con-
tribuyese á mayor estimación de su notable trabajo.
Pero si hemos de prometernos ópimos frutos de la
erección en nuestro suelo de instituciones de crédito
agricola, al par de otras de diversa indole exigidas por
la agricultura, seria una calamidad deplorable por
todo extremo, el que se considerase cual panacea de
los males que la agobian y hubiese apresuramiento en
pedir à la nueva ley todos los resultados que promete.
Bien puede decirse en este caso que para conseguirlos
se necesitan las tres condiciones proclamadas por los
quimicos en sus laboratorios, à saber: espacio, tiempo
y reposo; porque precisamente, si no como proverbio,
como frase generalmente aceptada se dice en nuestro
pais, cual si fuese peculiar à nuestra raza, que las leyes
abundan, pero que no se cumplen, siendo asi que para
cumplirlas se requieren siempre las tres condiciones
indicadas por los quimicos. Pero sobre todo y ante
todo, se requieren hombres que las cumplan y que las
hagan cumplir. Ni basta la buena voluntad para ello,
sino que es elemento indispensable que haya talento y
pericia por parte de los encargos de llevar á exacta
aplicación los preceptos legales. No hay herramienta,
máquina ó procedimiento que por si funcione, si está
entregado à manos inexpertas, administradores poco
sy Politicas
) Real