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DISCURSO
robustecer el poder paterno, mejorar la organización
de la familia y hasta dar más solidez al derecho de pro¬
piedad, admitir y llevar á nuestras leyes el principio
cuando se la considera bajo el punto de vista privado, reducido al terreno per-
sonal de los individuos, ya cuando abarcando horizontes mås dilatados, se
examinan las multiples cuestiones que con ellas se enlazan y relacionan,y
cuyos resultados pueden afectar los intereses, asi morales como materiales.
de las grandes agrupaciones.»
Fué designado por esta Real Academia el Sr. Cos-Gayón para ventilar el pro-
blema formulado por el Excmo. Sr. D. Fermin de Lasala y Collado:": Cuâles
son la ley histórica y el principio filosófico à que pueden obedecer las revolu¬
ciones? , En las dificultades y naturales contradicciones que origina, por los
innumerables textos favorables y adversos, un asunto tan trascendental, apa
rece condensada la idea y nobles propósitos del disertante en el siguiente pâ-
rrafo de su discurso, leido en 19 de Marzo de 1882: “ Y de la libertad humana,
como de la inteligencia, no es el más desdenable producto el gobierno libre.
La fe en el derecho, en el poder de la idea, informando todas las aspiraciones
y hasta las soberbias de las reformas en un pasado reciente, lo han producido
ni mas ni menos que porque querian menos medios coercitivos en el gobierno
de los hombres. Maldecida ó adorada, dice Lacordaire de la Revolución fran
cesa, ella inspira también à los que se creen sus enemigos, y todo el mundo
sostiene su trono, hasta aquellos mismos que quieren derrocarla. Un poder tal
no se explica por el crimen, sólo se explica por las ideas. Si la revolución no
hubiera sido más que un crimen, hubiera espirado al pie del cadalso de
Luis XVI. „ Y concluye el Sr. Lasala: " Penetrada de la seguridad y de la ma¬
jestad de su libre manifestación la razón humana, corresponde hoy proclamar
que todos los elementos morales son hermanos y aliados, y que no de otra ma-
nera que en estrecha y afectuosa avenencia podrán salvar los fundamentos de
la verdad, poco menos tradicionales en la filosofia que en la religión.,A lo
cual pone digno remate el Sr. Cos-Gayón con este párrafo: “ El reparto más
difundido del poder, de la instrucción y de los demás goces de la vida; las
facilidades concedidas à todos para aspirar à las ventajas que eran patrimonio
de unos pocos, la mayor suavidad de las leyes y la dignidad más enaltecida
de las condiciones del individuo, exento ya de muchas clases de antiguas ser-
vidumbres y trabas, aseguran la superioridad de nuestra época sobre otras an-
teriores; pero no debemos abrigar, sino dentro de ciertos moderados limites, la
esperanza consoladora de que en adelante no haya de haber revoluciones. Ley
esencial de la vida es el mudar incesantemente, y leyes, no menos ineludibles,
que en las mutaciones humanas la fiebre interrumpa más pronto ó más tarde
la salud; que los organismos se resistan à la novedad y se quebranten y des
aparezcan para ser reemplazados; y que anden siempre más ó menos mezclados
los conflictos con las armonias, las guerras con las paces, los odios con los
amores, las violencias con la justicia en este mundo que Dios entregó á las
disputas de los hombres.
El discurso dêl Excmo. Sr. D. Alejandro Groizard y Gómez de la Serna
leido en la Junta pûblica de 7 de Junio de 1885, trató “De la necesidad de
remover los obstáculos que al desarrollo del derecho punitorio opone el princi-
pio de la soberania territorial, y de la conveniencia de dar carâcter extraterri
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
juropäische Rechtsgeschichte