DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO ROMERO Y ROBLEDO.
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politica de la administración, carece, como toda frase
vulgar, de precisión cientifica, y respondiendo á una
aspiración, mås generosa que práctica, expone á gran¬
des y frecuentes desenganos á los individuos y á los
puéblos. No quiere esto decir que conceptos tan gene¬
ralmente admitidos carezcan de todo significado. Ellos
lo toman importante de circunstancias transitorias en
la vida y traducen una protesta de la conciencia pû¬
blica contra agitaciones estériles y cuestiones mera¬
mente especulativas, que ofreciendo una bandera à las
pasiones turbulentas, tienen, á veces, la triste eficacia
de inquietar el reposo publico é interrumpir la orde
nada marcha de las sociedades en busca de su prospe
ridad y de su adelanto. En el terreno cientifico, sin
embargo, es absurdo pretender dividir lo que es une
esencialmente y separar lo que ante la razón y ante los
hechos es indivisible é inseparable. El mal de un pe¬
riodo dado y las quejas que suscita son para tomados
en cuenta por los que aspiran á influir en la dirección
de los negocios; pero no constituyen factor cientifico
que deba ser apreciado en el examen genérico de las
condiciones que integran una buena administración,
bastante à responder cumplidamente à la honrada
gestión de los intereses pûblicos.
En todo tiempo y bajo toda clase de gobiernos, la
inteligencia y la probidad en el régimen y en la direc¬
ción de los varios asuntos que exceden el limite de la
esfera individual, son las condiciones esenciales y los
fines principalisimos que debe proponerse alcanzar
cualquier organismo administrativo. Considérese el
poder pûblico, ora como representación y suma de los
intereses particulares asociados para una acción comûn,
ora bajo otro cualquier punto de vista, y sean las que
fueren las cuestiones que se susciten al determinar su
extensión y su competencia, los mûltiples sistemasy
Max-Planck-Institut für
Diencias Morales y Politicas
uropäische Rechtsgeschichte