DEL SR. D. VICENTE DE LA FUENTE. 
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chos conceptos, recordará siempre en las páginas de la 
Historia este acontecimiento inesperado y peregrino, y 
acreditará que el sucesor de San Pedro es y será, y ten 
drà que ser siempre, el centro de unidad y soberano de 
la etnarquia cristiana; que, aun sin la promesa y la 
palabra de Jesucristo, que no ha faltado en diez y nue¬ 
ve siglos ni puede faltar ni faltará, la constitución, 
organización y cohesión del catolicismo son tales, que 
hacen, aun en lo humano, no solamente que sea nece- 
saria esa supremacia, y si se quiere soberania, sino que 
no pueda faltar, para bien de la sociedad, de la verda¬ 
dera moralidad, de la verdadera cultura y de la verda¬ 
dera libertad. 
Preso estaba San Pedro en Jerusalén, y esperando 
que Herodes le sacase à ser decapitado, como acababa 
de hacer con nuestro Apóstol Santiago, porque eso ha¬ 
lagaba al populacho, no á ese que se compone de po¬ 
bres harapientos, sino al otro más funesto de opulentos 
holgazanes, que, ingurgitados de placeres, necesitan 
distraerse viendo correr la sangre, y aun la sangre hu- 
mana. Y en medio de cadenas y prisiones, y próximo 
à salir al patibulo, el pobre galileo, antes pescador del 
lago de Tiberiades, era Sumo Pontifice y Supremo Je- 
rarca de la Iglesia; de la Iglesia que le seguia reco¬ 
nociendo como tal, de la Iglesia que oraba por él sin 
intermisión 2. Guardábanle diez y seis legionarios, divi- 
didos en cuatro rondas. Amarrado estaba con dos cade¬ 
nas y entre dos soldados y otros dos centinelas de vista, 
mientras los doce restantes guardaban las dos puertas 
del calabozo, más la verja de hierro que daba á la 
ciudad. 
Sale Pedro de la cárcel milagrosamente, á pesar de 
1 Occidit autem Jacobum fratrem Joannis gladio. Videns autem quia placeret 
Judaeis... (Actus Apostol., cap. XII. 
2 Oratio autem fiebat sine intermissione ab Ecclesia ad Deum pro eo (Ibidem). 
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas 
europäische Rechtsgeschichte