CONTESTACIÖN
236
En lo relativo à Espana el Papa fué mal informado
por Legados suyos, á quienes debia creer', y que no
sólo abusaron de su buena fe, sino que, vueltos contra
él, amargaron sus dias con cismas y persecuciones ce¬
saristas, muriendo éstos bajo el peso del anatema pon¬
tificio. Victima de su celo murió el gran Hildebrando
por defender la independencia de la Iglesia, agobiada
por los funestos protectorados de los Condes de Tosca¬
na, los descendientes de Otón el Grande y del malvado
hipócrita de Canosa.
Las ultimas palabras de San Gregorio, que le sirven
de epitafio, no sólo han pasado á la historia, sino que,
constituyen un proverbio que repiten todos los hom-
bres de bien: Porque amé la justicia y aborreci la iniquidad,
he aqui que muero en el destierro.
«Cómo seguir desde entonces paso á paso los hechos
beneficiosos á la independencia de Espana de parte de
la Santa Sede?
Inocencio III ve el apuro de Espana, cuando el Emir
de los creyentes viene con toda la morisma africana
unida à la espanola. Predicase la Cruzada, aunan sus
fuerzas los Reyes de Castilla, Aragón y Navarra, y
mientras el guión arzobispal de Toledo campea al lado
del estandarte de Alonso el Noble en las Navas de To-
losa, el gran Pontifice, en traje penitente, visita à pie
con todo su clero las basilicas de Roma, acompanado
en procesión por todoel pueblo de la Ciudad Eterna.
En vano el brioso Pedro de Aragón, que allá en las
Navas de Tolosa y á las puertas de Baeza ganára el
titulo de Católico, que luego hubo de reconquistar un
nieto suyo al pie de los muros de Granada, solicita del
mismo Inocencio, que anule el vinculo que le ligaba à
su bella y virtuosisima esposa. Cómo pedir esto al
1 Véase el tomo xii de la Espana Sagrada, por el P. Flórez.
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Cencas Morales y Polticas
europäische Rechtsgeschichte