Max-Planck-Institut für
europäische Rechtsgeschichte
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CONTESTACIÖN
Empleados muchos anos en el ejercicio de la predica¬
ción dentro y fuera de Espana, aprovechó la Indicción
del Concilio Lateranense, y acudió á él á fin de preparar
bajo sus auspicios la suspirada fundación de aquélla, que
logró al cabo de la benignidad y previsión de Inocen¬
cio III. Erigió en Tolosa de Francia el convento de San
Román, primera Casa y Cuna feliz de la Orden; estable¬
ció en Segovia el de Santa Cruz, reservando para si la
cueva más retirada del monte; y después de una vida de
mortificación y penitencia, se dirigió à Italia, y en el con¬
vento de Bolonia acogió Dios su alma el 6 de Agosto
de 1221, á los cincuenta anos, peregrinación larga si se
mide por sus afanes y trabajos, breve si se compara con
las prodigiosas empresas acometidas por su zelo y per¬
feccionadas por su santa discreción.
Las tradiciones de sus contemporáneos y los historia¬
dores de su Orden nos demuestran que á las perfecciones
del cuerpo, correspondian en él las calidades del espiritu.
El entendimiento delicado y profundo; sólido el juicio;
prontisima y feliz la memoria; sumamente dulce el ge¬
nio, à punto de que era imposible tratarle sin quererle;
hasta la obstinación de los herejes se rindió muchas ve¬
ces à su elocuencia persuasiva, trocándose en afectos los
oprobios.
Leyó Santo Tomás en las cátedras, y escribió en volu¬
minosos libros lo que Santo Domingo predicó en los cam¬
pos y en los pûlpitos, á la manera que los Evangelistas
historiaron y los Apóstoles propagaron en todo el orbe lo
que Jesucristo ensené con la palabra y el ejercicio de su
caridad divina. Para llenar cumplidamente su misión,
Santo Tomás de Aquino enlazó la filosofia antigua con-
densada y mejorada en los escritos de Aristóteles y Pla¬
tón, el espiritu de las Santas Escrituras, y la doctrina de
los Padres y Doctores de la Iglesia, uniendo en un solo
haz la ciencia humana y la sabiduria revelada; regó por
Real a.
orales y Politicas