Max-Planck-Institut für
europäische Rechtsgeschichte
522
DISCURSO
criticismo kantiano, aparecen en la escena el positivis¬
mo de Comte y el transformismo de Darwin, para pro-
clamar en alta voz que entre el hombre y los animales
no existe diferencia alguna esencial, y si unicamente de
grados; y esto sin excluir la misma unidad del yo y la
personalidad consciente (1); que la noción del derecho es
una noción inmoral y anárquica, asi como la noción de
ca, cartesianismo, positivismo contemporáneo), para explicar estos
fenómenos. La tendencia innata al sér, el deseo ó voluntad de exis¬
tir, origen de esta diversidad de organismos, da ocasión á la lucha
que para conservar esta existencia (darwinismo), mantienen entre
si los seres mültiples del universo. La voluntad humana está sujeta
à un determinismo absoluto, lo mismo que la naturaleza: nuestros
actos son déterminados por los motivos de una manera necesaria é
inevitable (Hobbes, determinismo) lo mismo que los actos de los
animales. Para Schopenhauer, el alma humana es un estado y no
una sustancia, y es tan imposible pensar sin cerebro como digerir
sin estómago.
Si es incontestable que el ateismo es la consecuencia lógica é in¬
mediata del materialismo, nadie extranará que, en vista de esta doc¬
trina del filósofo de Dantzig, esencialmente materialista, hayamos
dicho en el texto que su teoria es semi-ateista. A mayor abunda¬
miento, Schopenhauer profesa el principio de que la filosofia es esen¬
cialmente ateológica, y que nada sabe acerca de un Dios personal
distinto del mundo ó superior á éste. El teismo, anade nuestro filó¬
sofo, es un resultado de la educación, y si al nino no se le hablara
nunca de Dios, no alcanzaria noción alguna de éste: Der Theismus
ist anerzogen. Man sage einem Kinde nie etwas von Gott vor, so wird
er von keinem Gott wisen.
(1) «La fameuse théorie du moi, escribe Comte, est essentielle¬
ment sans objet scientifique..... Peut-être chez les animaux supe¬
rieurs le sentiment de la personalité est il encore plus prononcé que
chez l'homme..... Il n'y a lieu d'établir réellement entre l'humanité
et l'animalité aucune autre différence essentielle, que celle du degré
plus ou moins prononcé que peut comporter le développement d’une
faculté necessairement commune par sa nature à toute vie anima¬
le.» Cours. de Philosophie, tomo III.— Systèm. de politique positive,
tomo 1.
Politicas