DISCURSO
DEL
EXCMO. SR. CONDE DE TORENO,
SENORES:
Cumpliendo con el deber impuesto á todos los Acadé¬
micos electos, al tomar posesión de su cargo, de dirigiros
la palabra, siempre la modestia les ha obligado á decla¬
rar que fué grande vuestra bondad para con ellos y esca¬
sos los propios merecimientos. Una sola vez esta afirma¬
cion seria à todas luces exacta, como lo es ciertamente
en este momento, en el que, al no hacerla, la omito por
ociosa y de todos sentida; muy especialmente por quien,
como yo, reconociendo cual nadie su insuficiencia, dirige
la vista hacia aquellos de quienes va à ser companero, y
contempla que los unos fuisteis mis maestros en las aulas.
los otros con vuestra palabra y con vuestra ciencia en el
Parlamento, en los Ateneos, en vuestros escritos, y que
à todos os trajeron à este docto Cuerpo los grandes mé¬
ritos que contrajisteis por medio del talento, del estudio
y del trabajo: para mi, esas puertas unicamente se abrie¬
ron à impulsos de una benevolencia amistosa, que jamás
sabré agradecer bastante, ya que en concepto alguno es¬
pero que à ella corresponda, con el auxilio que en las ta¬
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte