DEL SR. MARQUES DE MOLINS.
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del propietario, ni del individuo. Ni aun siquiera de la
mujer.
i. Por ventura la orgullosa vestal y la impüdica sacer-
dotisa son más fuertes que la Hermana de la Caridad, que
voluntariamente renuncia en Dios todos los placeres de
amante y de esposa, y que, sin embargo, en una inclusa,
en un asilo, se hace madre de millares de huérfanos; que
borra su quizá ilustre nombre y renuncia á su hogar pa-
terno, y que à pesar de eso sigue á los guerreros en el
campo para curar sus heridas y tiene por casa y por claus¬
tro la sala de un hospital?
Fortaleza varonil! Pues qué, jes mayor energia la de
Junio cuando ve la segur del lictor sobre sus hijos, cuya
conducta sabe que es criminal y de cuya vida se cree ár¬
bitro, que la de Guzman cuando sacrifica á su hijo ino¬
cente y cuya existencia no es su propiedad, sino su em¬
beleso?
Bruto, que se finge loco por rematar una hazania, grande
en verdad, pero hermanada con su venganza y coronada
con la suprema magistratura; Curcio, que en un arre-
bato de patriotismo se lanza à galope en una sima... ;se-
rán más sublimes que Juan de Dios, que se finge loco poi
amor divino y que se lanza toda su vida á la sima de un
hospital para asistir à los verdaderos dementes y curar
las Ilagas que la moral y la vista misma arrojan de la
sociedad?
Y si de matronas romanas me hablais, de la madre de
los Gracos, de las esposas de Esparta, yo no os recordaré
màs que lo que vuestras mismas madres quizá hicieron en
Zaragoza y en Gerona.
He concluido, senores: perdonadme si os he cansado,
discurriendo ademas por terreno extrano à mis conoci-
mientos. En él no he cogido espigas, ninguna me ha de¬
jado el Sr. Figueroa. Tampoco he podido hallar rosas; por-
que no es campo de flores, sino campo de batalla. Algun
Max-Planck-Institut für
Real Aca
Morales y Politicas
päische
htsgeschichte