Full text: Sanz Lafuente, Miguel: Tésis: La moral cristiana ha sido el poderoso elemento de nuestra civilizacion: la moral filosofica, por si sola, era impotente

DEL SR. D. MIGUEL SANZ. 
conocido, y ha civilizado despues tan vastas regiones en 
el otro hemisferio del planeta que habitamos. Y á propó- 
sito del nuevo mundo: no fué la moral filosófica, no fue- 
ron los filósofos los que han civilizado à los salvajes: los 
filósofos modernos no han dejado el placer de una corte ó 
capital, ni las conveniencias de sus casas, como los an- 
tiguos no dejaron las sendas de Academo y las delicias 
de Aténas: los misioneros cristianos, y por cierto algu- 
nos de ellos dignisimos individuos de la Real Academia 
de Ciencias en Paris, sabios naturalistas, grandes criti- 
cos y eminentes matemáticos, son los que, movidos del 
entusiasmo divino que inflama al apóstol del Evangelio, 
van à buscar la muerte por hacer bien á gentes descono- 
cidas. Nada los detiene; ni los montes, ni los rios, ni los 
bosques, ni las fieras, ni los mares, ni las borrascas, ni 
los hielos del Polo, ni los ardores del Trópico; siguen al 
irogués y al cafre, errantes en sus abrasados desiertos, à 
pié, desnudos, descalzos, dilacerados y hambrientos; bus¬ 
can al japonés y al indio para ejercer con ellos su inago¬ 
table caridad; no hay isla ni escollo en toda la extension 
del piélago, que no hayan sido testigos de su celo, y todo 
al traves de horribles padecimientos, hasta perder la vida, 
ora en el furor de la tempestad, ora entre las garras de 
una fiera ó en manos de los mismos salvajes, que no po- 
cas veces han hecho sufrir tormentos inauditos á sus ino- 
centes bienhechores. Y permitaseme aqui una ligera ob- 
servacion. Que el hombre, á vista de todo un pueblo y en 
presencia de sus amigos, arrostre la muerte en un mo- 
mento de entusiasmo, trocando algunos anos de vida por 
siglos de renombre, y haciendo ilustre y rica á su fami- 
lia, no es extraïo; pero que un misionero pase una vida 
oscurecida y acerba en lo intrincado de un bosque, y su- 
fra despues una muerte horrorosa, sin espectadores, sin 
fama, sin provecho para los suyos, y sólo por hacer feli¬ 
ces à salvajes desconocidos y casi siempre ingratos, este 
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Morales y Politicas 
europäische Rechtsgeschichte
	        
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