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tico y de aplicación, descienden al régimen de la vida y gobernación de
los pueblos, ora en el orden temporal, ora en el espiritual.
Ya lo decia, como él sabia decirlo, hace cosa de medio siglo el gran
poligrafo Menéndez y Pelayo, honra y prez de Espanna: "Cuando un
vacio y presuntuoso dilettantismo, ya filosófico, ya práctico, que suele
ser expresión de monstruoso egoismo, hace desistir de la lucha a los
fuertes y a los capaces, forzosamente se apoderan del campo los em¬
piricos, aventureros y temerarios. A semejante mal sólo se ve un reme¬
dio: recordar al arte de la politica su dependencia de la ciencia politi¬
ca; recordar a la ciencia politica su dependencia de la ciencia moral;
récordar a la ciencia moral su dependencia de la Metafisica, raiz, al
mismo tiempo que complemento, de todas las ciencias humanas. Mos¬
trar ese parentesco, evidenciarlo de mil modos, hacer penetrar por todas
partes la savia filosófica en el vasto campo de las ciencias sociales, es la
noble tarea que gloriosamente cumplen Academias como ésta, con uni¬
versal beneplacito, no sólo de los hombres de estudio, sino de los hom¬
bres de buena voluntad, que aspiran a ser regidos conforme a razón y
justicia" (Discurso de recepción en la Academia de Ciencias Morales y
Politicas el dia 15 de mayo de 1891).
No esperéis de mi el cuadro completo de los merecimientos y cuali¬
dades que adornan al ilustre recipiendario; son tantos y de tan elevado
valor, anidan en su alma de tal modo y se ostentan en conjunto tan ar¬
monioso y lleno de color, que jamás podria mi tosca pluma reflejarlos en
el papel y producir en los demás la impresión de verdad correspondiente
al original. Un análisis psicológico, moral, intelectivo y social de tal
envergadura exige mucho más de lo que puede dar de si mi impericia
en estas cosas. Afortunadamente, el retrato del Sr. Obispo está hecho
de mano maestra, con trazos, lineas y dicción firmes, exuberantes de
color y élocuentes por uno de los grandes patriarças de nuestras Le¬
tras, el Sr. Rodriguez Marin, en la contestación que dió al discurso de
aquel en su ingreso en la Academia de la Lengua. Por otra parte, la
vision directa de personas y cosas ensenna más, mucho más que todas las
descripciones que de ellas pueden hacerse; por fortuna le habéis oido¬
y con oirle una vez basta para saber cuánto vale y quedar por él captado,
l'al es una de sus caracteristicas, consecuencia de un atributo que
en alto grado posee y le califica de orador fácil y persuasivo, profun¬
do, préciso, claro y ameno a un tiempo, de dicción primorosa, exquisito
gusto y elevado estilo; poseido de la verdad, que él concibe con visión
clarisima y fundada, y practica con ejemplar sencillez y austeridad, sabe
comunicarla a los demás con arte soberano; que el arte es también, co¬
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte