que respetar la libertad individual; sin ello no se haria mas que multi¬
plicar los medios de opresión. El poder pûblico no puede estar ausente
de esa regeneración social, pero ha de cuidar mucho de no desnaturali-
zarla convirtiéndola en meramente politica. Se ha dicho que el Derecho
es estático, y la sociedad, dinámica; que aquél aplica las leyes que re¬
gulan un Estado social ya creado, y ésta es la que con su évolucion va
marcando la necesidad de nuevas fórmulas juridicas; pero el Gobernan-
te no es sólo un vigilante puesto por la sociedad para que se aplique jus-
tamente el derecho establecido, debe ser también caudillo y guia del
pueblo hacia progresivas mejoras; y si la sociedad, por decaimiento o
desorientación, no se encamina por si misma a su bien, es muy propio
del poder pûblico ir abriendo los caminos convenientes y estimulando.
nunca coartando, la función individual, porque al fin la mejora no es¬
tara arraigada ni tendrâ vida mientras el Estado tenga que suplir lo
que es propio del individuo.
Ilustrar y educar à éste es ante todo necesario; hay de un lado mu-
chas conciencias formadas en el molde del individualismo, molde duro
de romper porque no refuerzan los intereses creados y consagrados por
las leyes; hay de otro lado muchos ánimos enardecidos por utôpicas
ideas de igualdad económica y redención del proletariado, que explo¬
tando a su favor nobilisimos sentimientos, disfrazan la mas monstruosa
tirania en que puede caer un pueblo. Entre esos extremismos contra¬
rios, tan funestos, tienen que abrirse paso la verdad y el bien, unicos
valedores de la paz y del progreso. La sociedad no tiene más razón de
ser que la perfección de los individuos humanos, no de uno solo, sino de
todos y de cada uno; pero como la sociedad se forma de esos mismos
individuos, cada uno de los cuales es parte de ella, y la parte se ordena
al todo, hay que reconocer que existe un fin humano individual, a quien
se ordena la sociedad, y que hay también un fin social, al cual se ordena
cada hombre (72). Conciliar esos dos fines es librarse del individualis¬
mo y de la tirania.
Ni la persona ha de ser inmolada, como en aras de un idolo, a la
(72) "Cum omnis pars ordinetur ad totum, sicut imperfectum ad perfectum
(unus autem homo est pars communitatis perfectae)... (SANTO ToMÄS, 1.“,
2.ae, XC, 2.
Nuestro insigne Lulio dice: "Naturalmente la utilidad pûblica es primero, y
la utilidad individual, después; y esto es asi, porque en la pûblica utilidad hay
mås de bondad y de grandeza, virtud y perfección que en la individual". "Por
eso—anade—a la utilidad comun mira la causalidad final (intenvió) principal-
mente, y a la privada, secundariamente; y porque los pueblos obran de manera
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte