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desconfianza de la opinión, obligó, en 1889, a dictar el 
Corrupt Pratices Act, que castiga el empleo de electores 
falsos y fija el máximo de gastos que pueda hacer, en cada 
éleccion, un candidato. No obstante, segun Ostrogorki, en¬ 
tre otros, la corrupción subsiste, aunque menos directa; 
A las négociaciones particulares—dice—ha sustituido. 
en gran escala, la corrupción en bloque. La bribery (co¬ 
rrupcion por dádivas y promesas), anade, se practica en 
forma de apuestas, y el treating (distribución de bebidas 
y consumiciones) se sigue utilizando por la asociación o 
comité de los partidos. "La Inglaterra electoral—asegu¬ 
ra—se parece a esas ciudades de Oriente que, vistas desde 
el mar, ofrecen un espectáculo encantador, pero, al des 
embarcar, no nos ofrecen más que calles sucias y sentinas 
malolientes. 
Contra el funcionamiento del sistema, asi como del 
parlamentarismo, en Francia, han tronado, entre otros 
muchos, De Jouvenel, La République des camarades, 
Ch. Benoist, La crise de l'État moderne y Les maladies 
de la Démocratie: La Parlementarité (Revue des Deux 
Mondes, 15 abril 1925); Barrès, Leurs figures, y De Vo¬ 
gue, Les morts qui parlent, recomendándose, por el con¬ 
trario, en la defensa del sistema, Barthélemy, en Le pro¬ 
blème de la compétence dans une démocratie (Paris, 
Alcan). 
Desplazamiento de lo pu¬ 
ramente politico por lo 
éconómico. Crisis del 
capitalismo. 
Razon muy acusada de existencia de un desvio de la 
opinion publica de la politica es la notoria materializa¬ 
cion de la vida, que no deja, como antano, vagar sino a 
paso intermitente para meditación y ejercicio politicos. 
En la vida moderna, en efecto, el ciudadano ha visto 
aumentadas incesantemente sus necesidades materiales; 
estas han superado generalmente a sus recursos, y le ha 
absorbido de tal forma la preocupación, no sólo del pan 
Max-Planck-Institut für 
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas 
ropäische Rechtsgeschichte