Ha cambiado totalmente, en Politica como en otras
esferas de la humana actividad, el orden social de las
cosas. Dia por dia, momento por momento, podemos apre¬
ciar que el mundo que, nos era familiar no existe ya, y que
las leyes por que se regia son, en gran parte, un mero re¬
cuerdo histórico. El hombre de gobierno que se sienta ne¬
cesitado de asistencia social ha de ser, ante todo, hombre
de su tiempo, de sus dias y vivir en la gerencia de los asun¬
tos pûblicos, sin confianza excesiva en recetas clásicas
D. José Ortega y Gasset (“ La rebelión de las masas , edi¬
ción de La Revista de Occidente) afirma que los que diri¬
gen los asuntos publicos razonan segûn conceptos viejos
de dos siglos. "Parecen, dice, rudos obreros que con sus
dedos enormes e inhábiles quieren coger una aguja sobre
una mesa.
A veces, hasta en su aislamiento de la ciudadania pa¬
recen haber olvidado la sabia receta del gran pensador
catalán Joaquin Setanti, en sus Centellas, cuando dice:
'Los buenos gobernadores, a la primera lección han de
aprender el arte de pedir el consejo; a la segunda, la habi¬
lidad de saber escoger, y a la tercera, la facultad y pericia
de saber gobernar solos.
Será prudente, por esa modificación del estado de co¬
sas, que el gobernante no espere de la opinión püblica reac¬
ciones inmediatas a su entera satisfacción y coadyuvantes
de las complicadas determinaciones de gobierno que exige
la vida moderna. Acaso no deberá pretender más que la
opinión apoye la tendencia o el modo de gobernar en un
momento determinado. La complejidad de la vida es, en
efecto, de tal especie y tan creciente, que, entre otras
causas, la incapacidad general serà cada vez mayor para
marcar extensas adhesiones conscientes.
Para confirmarlo, bastaria trazar in mente circulos
concéntricos de actuación de opiniones en vida local, re¬
gional, nacional e internacional. Veriamos asi que, a me¬
dida que el circulo se agranda, la actuación es más tarda,
màs dubitativa y, sobre todo, menos consciente. A esta
ley obedecieron, sin duda, los intentos espanoles de refor¬
mar hondamente, y como necesidad mås perentoria, de go¬
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte