dias y con los conceptos en ellas validos, la fisica ex¬
ploró el campo de sus objetos, y su minuciosa y com-
pleta exploración alumbró conocimientos valiosisimos,
que dieron base para invenciones técnicas maravillo¬
sas. Pero fué justamente porque la investigación se
contenia en los limites de esas dimensiones medias,
dentro de las cuales puede el hombre no sólo cono¬
cer, sino vivir y manejar los objetos conocidos. Aho¬
ra, en cambio, la fisica, explorado ya el campo de las
magnitudes medias, rebasa necesariamente esta essera
y penetra en lo máximo y en lo minimo, es decir, en
regiones en donde la vida ya no hace pie. Sin duda,
el conocimiento no está cohibido por limite alguno y
puede, con éxito, evadirse de cualesquiera vinculos
que se le pretenda imponer. Pero la vida y la acción
del hombre tiene que transcurrir entre ciertos extre-
mos máximos y minimos, allende los cuales los cono-
cimientos del espiritu no pueden ya traducirse en ac¬
tuación mecánica y vital. El hecho de que los limites
en que la vida se mueve hoy se hayan dilatado de
modo asombroso, comparativamente con las anteriores
estrecheces de hace un siglo, no significa que esa di¬
latación pueda proseguir indefinidamente. Solo una fe
ingenua en las posibilidades materiales del progreso
puede abrigar la esperanza de que la práctica y la
técnica sigan al conocimiento puro en esa excursión
por las regiones en donde el espacio no es euclidiano,
ni rige la causalidad. Pero semejante fe ciega seria
totalmente injustificada. La orientación actual de la
fisica aleja esta disciplina de los territorios medios,
que son los unicos dentro de los cuales cabe la técni-
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Max-Planck-Institut für
ias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte