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Era la frase que, segtin Macaulay, corria en¬
tre los elementos politicos confabulados en In¬
glaterra a mediados del siglo XvIIt contra el lar¬
go gobierno de Walpole, y que se hallaron, al dia
siguiente del triunfo perplejos y desconcertados
para implantar un gobierno y realiear una poli¬
tica que tardo mucho en encauzarse. Era la que
acosaba al gobierno de Guizot en las postrime¬
rias del reinado de Luis Felipe por parte princi¬
palmente de los legitimistas franceses, desenca¬
denando con el destronamiento de aquel mo¬
narca la revolucion republicano-social de 1848
y mas tarde la dictadura cesarista, y este resul¬
tado no era seguramente el que perseguian los
restauradores de la bandera blanca y de la Ca¬
mara introuvable.
y la historia esta llena de ejemplos que serian
saludables si la posteridad aprendiese en ellos.
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte