EL MATEMATISMO
den al mismo fin, a justificar a priori la forma matemâtica que re¬
viste el conocimiento cientifico del universo» (1)
No es necesario detenerse en descubrir las afinidades del idea¬
lismo con la teoria cartesiana y matemâtica de la ciencia, que har¬
to patentes son; y más especialmente de los transcendentalismos
post-kantianos. Partiendo de nociones simples, semejantes a las de¬
finiciones que postulan las matemâticas—a veces de una sola idea
la mas universal, pura y vacia de comprensión real como la idea de
ser—han tratado de deducir, construir mejor dicho, a priori, por
una lógica inflexible de combinaciones conceptuales o imaginativas,
la infinita complejidad del mundo real; a semejanza del matemático
que maneja puros conceptos o simbolos imaginativos sin las trabas
impuestas por la realidad. El idealista crea asi el mundo por el es¬
fuerzo dialéctico de su razón, como el matemático construye su
mundo matemâtico por el esfuerzo del razonamiento puro. La idea
es la realidad misma, y una misma lógica la que enlaza las ideas y
la que encadena la sucesión de las cosas, y como consecuencia la
necesidad y el determinismo lógico de las ideas no son sino simbo¬
lo o traduccion de los hilos inflexibles que relacionan en todas di¬
recciones la existencia y el devenir de las cosas. La razón idealista
legisla despóticamente en el mundo real, como la razón matemáti¬
ca legisla en el mundo matemâtico; con la diferencia de que el
idealista toma como realidad los resultados de su dialéctica,
mientras que el matemâtico tiene conciencia de moverse en un
(1) Ibid. p. 249.—«Absolutamente hablando, dice Kant, seria posible una
filosofia pura de la naturaleza sin matemáticas, es decir, que buscase sola¬
mente lo que constituye el concepto de una naturaleza en general: pero
una teoria pura de la naturaleza, referente a objetos naturales determinados
(teoria de los cuerpos y teoria del alma) no es posible más que por medio
de las matemáticas; y como en toda teoria de la naturaleza no hay verdade¬
ra ciencia sino en cuanto se encuentra en ella conocimiento a priori, la teo¬
ria de la naturaleza no contendrá ciencia propiamente dicha, sino en la me
dida en que las matemáticas puedan aplicarse a ella.» Cit. por L. Brunsch¬
vicg, obra cit. p. 280.
Max-Planck-Institut für
Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte