aqui la anarquia y la barbarie contra la civilización y la Patria,
sino que los paises del Norte se disputaron con los del Sur el sim¬
ple prédominio politico, y cuando se abrazaron de nuevo las dos
mitades de la Nación, eran como dos hermanos que se reconcilia¬
ban, reconociendo la igualdad de ambos sistemas monetarios.
En noviembre de 1918, firmado el armisticio que puso fin a
la Guerra Europea, mientras los alemanes hubieron de abandonar
la ocupacion de Bélgica, el franco belga habia de sustituir a la
monéda fiduciaria alemana, que hasta entonces habia estado cir¬
culando; lo mismo que la peseta nacional iba desplazando a la
roja à medida que alcanzaban su liberación los pedazos de nues¬
tra Patria. Pero la imprudencia con que fué establecido el trueque
de cada marco aleman por un franco y veinticinco céntimos belgas,
lejos de constituir para Espanna un modelo digno de imitación, era
un motivo de escarmiento; porque desde aquel primer yerro quedó
desquiciado el sistema monetario belga, que a duras penas pudo
rehabilitarse por la estabilización conseguida en el anno 1926 des
pués del fracaso del primer intento en 1925.
No habia, pues, patrón alguno extranjero al que pudiéramos
pedir luz o consejo. Hubo que construir un sistema nuevo. Sólo
una pieza del mecanismo entero habia sido empleada antes; pero
en tales circunstancias, que producia espanto más bien que tran¬
quilidad el acoplarla al engranaje de nuestra moneda. Las escalas
de deprécucion de ésta, no otra cosa son nuestros coeficientes del
desbloqueo, ya fueron empleados por los Estados Unidos a fines
del siglo XVIII para establecer la medida en que debia ser reinte¬
grado el papel representativo de cada uno de los empréstitos he¬
chos por los Gobiernos y el importe efectivo de las deudas con¬
traidas en moneda desvalorizada (1). Volvieron a ser utilizados
los cuadros de depreciación del papel moneda en la triste époça de
la Convención francesa (2) para liquidar los célebres asignados
que la Asamblea Constituyente habia puesto en circulación çon el
(1) Hargreaves, Restoring Currency Standards (P. S. King, 1926), p. 8-25
(2) Pierre Cavon, Tableaux de Depreciation du Papier-Monnaie, 1900
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Real Academia de Ciencias Morales y Politicas
europäische Rechtsgeschichte